El Burgos CF ha recibido la notificación de la apertura de un expediente sancionador a raíz del comportamiento de parte de su afición en el último partido disputado en El Plantío. La causa ha sido una serie de cánticos ofensivos dirigidos a varios jugadores del Córdoba CF, lo que ha activado el protocolo disciplinario de los organismos competentes.
Durante el encuentro, se escucharon insultos hacia jugadores visitantes como Carracedo, a quien se le dedicó el cántico “el 23, qué hijo puta es”, coreado por una parte del graderío. Además, el guardameta Carlos Marín también fue objeto de gritos despectivos cada vez que realizaba un saque de puerta, en concreto el repetido “eh, cabrón”, habitual en algunos campos, pero igualmente sancionable.
El expediente abierto al Burgos puede derivar en una multa económica. Y, dependiendo de la reincidencia o de los informes del delegado de LaLiga, incluso en una advertencia más severa. El club ya se encuentra recopilando información y valorando medidas internas para evitar que este tipo de conductas se repitan en el futuro.
Desde el Burgos CF, aunque aún no se ha emitido un comunicado oficial, se espera una reacción responsable que ayude a identificar a los responsables y reafirme el compromiso del club con el respeto y el juego limpio. El ambiente en El Plantío ha sido habitualmente ejemplar. Por lo que este episodio supone una mancha que tanto la entidad como la mayoría de su afición quieren limpiar cuanto antes.
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