Albacete, el timón y el pepino

El Albacete Balompié continúa compitiendo, como mínimo, al nivel esperado. Exigido. Esa forma de competir en la que el esfuerzo ha de estar presente, siempre. Y, además, los resultados van acompañando. Ante la SD Eibar, volvió a estar, quizá, por encima de sus posibilidades. Han sido varias las ocasiones en las que Alberto González se ha llevado la crítica del entorno. Y, sin embargo, el mérito que adquiere el desarrollo de su equipo, el Alba, es incuestionable. Llegó para salvarle, lo hizo y ahora lo mantiene siempre fuera del peligro.

El Albacete, a lomos de un cohete en derecha

Más allá de todo ello y de que el equipo funciona como tal, hay individualidades a destacar. Una de ellas, sin duda, cabalga la banda derecha jornada tras jornadas. Ha adelantado por ese mismo costado a Álvaro Rodríguez. De hecho, incluso a veces coinciden en el once, pero con Álvaro en izquierda. Es una de las grandes sorpresas de la temporada en LaLiga Hypermotion. Pocos esperábamos esa eclosión, la explosión de un jugador que a sus 22 años se convierte en uno de los mejores laterales derechos de Segunda.

Hasta la fecha, suma tres goles y una asistencia. Y los números están lejos de reflejar su influencia en el juego, su presencia. Un lateral de recorrido infinito, capaz de recorrer la banda en constantes repeticiones cada partido. Un portento físico, un futbolista que no escatima esfuerzos. Puro nervio, entrega y pundonor. Dos de sus tres goles han servido para salvar un punto para el equipo y, en el otro, el equipo goleó. El caso es que Javi Rueda está ya en los mentideros futbolísticos de la categoría de plata. Un auténtico pepino.

El regreso del timón, una alegría para el Alba

Y, además, debemos destacar el regreso de Riki Rodríguez. Porque el menudo futbolista asturiano es la brújula, el timón del Alba. Lo viene siendo en las últimas temporadas y su ausencia por lesión ha hecho daño a las tareas de destrucción y construcción manchegas. Ahora, Riki está de vuelta. Regresó ante el Eibar y Alberto González celebrará poder contar con él. A sus 27 años, está en plena madurez. Es liderazgo y eso lo requiere el Alba.