La dinámica negativa de la UD Almería es innegable. Alcanza ya los ocho partidos consecutivos sin ganar. Esa misma racha alcanzó Rubi en la SD Huesca. En aquella ocasión fue con 4 partidos empatados y 4 perdidos. Esta vez, han sido 5 empatados y 3 perdidos. Rubi es consciente de que a sus equipos no se les dan bien los meses de febrero y marzo. Así lo reconocía en la rueda de prensa previa a la derrota ante el Eibar. Lo que reconoció tras la derrota fue algo más contundente.
Reconocía, en este caso, el arquitecto de Vilassar, que su equipo no pudo igualar en ritmo a su rival en todo el encuentro. Una confesión que podría considerarse como la primera muestra de real preocupación del entrenador catalán del Almería. A su vez, se lamentaba de que los rojiblancos hubieran sido un equipo ‘facilón’ para su rival.
Ya en la previa del encuentro, Rubi había explicado los peligros del Eibar. Esos que se pusieron de manifiesto en el encuentro. Así, el entrenador admitía que su rival no había sorprendido en nada, sino que había mostrado lo que el Almería esperaba. Y, aún así, no fue capaz su equipo de responder ante lo que le planteó el rival. Aún así, sigue considerando el entrenador que una victoria hará que su equipo cambie la dinámica, el ritmo. Y, con ello, termine luchando por el ascenso directo a final de temporada.
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