El Albacete, a por un fichaje random para la defensa

En ocasiones, el mercado estival deja hueco para noticias que nadie espera, pero que terminan tomando forma. En este caso, el protagonista es Jesús Vallejo. El central de 28 años que acaba de finalizar su contrato con el Real Madrid. Y que, según informa el medio 5maseldescuento, habría despertado el interés del Albacete Balompié.

El movimiento, que podría parecer alejado de la lógica inicial del club manchego, comienza a ganar cuerpo a medida que se desvelan los detalles. La dirección deportiva liderada por Toché habría contactado para conocer la situación del futbolista aragonés. En la pasada temporada no logró continuidad, es cierto. Pero aún conserva ese poso de jerarquía y experiencia que podría encajar en un vestuario con hambre.

Vallejo, un pasado que todavía late

Vallejo es mucho más que un nombre. Capitán precoz en el Real Zaragoza. Internacional Sub-21 con España. Y con un palmarés que, aunque discreto en minutos, incluye títulos con el Real Madrid. La temporada 24-25 la vivió en la sombra. Sin apenas protagonismo en la élite. Pero su deseo es recuperar protagonismo en un entorno que le dé estabilidad y minutos.

Ahí entra en juego un Albacete que busca completar su defensa con un perfil distinto. Un líder silencioso que aporte desde el ejemplo. En ese escenario, Vallejo podría ser más que un fichaje inesperado. Una pieza útil, incluso simbólica, en una categoría que exige tanto cabeza como corazón.

El Albacete tantea sin prisas, pero con decisión

No hay negociaciones avanzadas, al menos por ahora. Pero el interés existe. La llamada está hecha. El club del Carlos Belmonte sabe que no puede competir con según qué ofertas económicas. Pero puede seducir desde otro lugar: la confianza, la titularidad, el protagonismo.

La operación, de cerrarse, marcaría un giro interesante en el mercado veraniego del Albacete. Y para Vallejo, sería una forma de volver a sentirse futbolista en un entorno exigente, pero cálido. Porque a veces, para renacer, hace falta pisar tierra firme antes de volver a volar.