El Albacete va a superar todas las expectativas

A veces, las despedidas no llegan cuando el corazón lo desea, sino cuando el destino lo dicta. Y en Albacete, se preparan para decir adiós a un futbolista llamado a marcar una época… aunque su tiempo haya sido breve. El protagonista es Kofane, cuyo nombre se graba ya con letras de oro en la historia del club.

Según ha confirmado Víctor Varela, vicepresidente del club, el traspaso del joven talento será finalmente superior a los 5 millones de euros. La cifra superará su cláusula de rescisión y convertirá esta operación en la venta más alta en la historia del Albacete. Una cifra que, según el propio dirigente, duplicará con holgura el anterior récord de traspaso. Y parece que se vaya a consumar con el Bayer Leverkusen.

El precio del talento… y de la promesa del Albacete Balompié

El club alemán estaba dispuesto a pagar directamente la cláusula. Pero las formas del Leverkusen, sin tener en cuenta para nada al Albacete, han hecho que el club manchego lo tome como una afrenta. Un gesto que ha provocado que se le busque mejor salida al futbolista que apenas necesitó una temporada (24-25) para conquistar a propios y extraños en LaLiga Hypermotion.

Desde la dirección deportiva, eso sí, queda el sabor agridulce de no haber podido disfrutar más tiempo del joven marfileño. Una de las sensaciones de la categoría y que apuntaba a líder de futuro. Pero también queda la satisfacción de haber construido un puente entre el talento y la élite. Y de hacerlo, además, con un modelo sostenible.

Un impulso que cambia proyectos

Este ingreso no solo alivia las cuentas. Refuerza el músculo económico del Albacete para afrontar con ambición el presente y futuro. El club trabaja ahora en reinvertir parte de ese montante en fichajes que mantengan el nivel competitivo. Y que permitan soñar, como ya se soñó no hace tanto, con un regreso a la élite del fútbol español.

Kofane volará pronto. Pero su legado, aunque breve, será eterno. Porque no solo deja una huella en el césped. Deja un mensaje claro: en Albacete, cuando el talento se cuida, florece. Y cuando florece… vuela alto.