El Granada ya tiene el «sí» que anhelaba desde enero

La paciencia, a veces, tiene premio. Y en este caso, el premio tiene nombre propio: Souleymane Faye. El joven extremo de 22 años, por el que el Granada CF llevaba suspirando desde el mercado invernal, ha dado finalmente el “sí”. Así lo asegura el periodista especializado Matteo Moretto, que apunta a un acuerdo total entre el club nazarí, el Real Betis y el propio jugador.

Faye, veloz como el viento y con una capacidad de desborde que enamora, era una prioridad para el Granada desde enero. Entonces no pudo ser. Pero el deseo no se apagó. Lo siguieron observando, lo mantuvieron en la agenda y ahora, cuando el mercado vuelve a abrirse, lo tienen al alcance de la mano. Solo falta la firma para hacerlo oficial.

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Un fichaje que ilusiona

El acuerdo con el Betis, propietario de sus derechos, ya está cerrado. También el visto bueno del futbolista, que ha sido convencido por el proyecto andaluz. En Granada quieren juventud, hambre y desequilibrio. Y Faye representa justo eso: energía pura, verticalidad sin miedo y una personalidad que desborda tanto como su juego.

Será un fichaje que ilusiona a una afición herida tras el descenso, pero que no pierde la fe. Porque Faye no solo llega para sumar. Llega para marcar diferencia. En un equipo que necesita volver a encontrarse, su llegada supone aire fresco, promesa de vértigo y talento por pulir. En Los Cármenes ya se preparan para recibirlo con los brazos abiertos.

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El Granada apuesta por futuro con alma

Souleymane Faye no es un nombre cualquiera. Es uno de esos perfiles que los directores deportivos quieren tener antes de que explote. Y el Granada ha sabido esperar, ha sabido insistir… y ha sabido convencer. En los despachos nazaríes se mueven con sigilo, pero con convicción.

Si no hay contratiempos, el anuncio oficial llegará en los próximos días. Y con él, una nueva historia por escribir en la ciudad de la Alhambra. La de un joven senegalés que llega para dejar huella en el sur. Y la de un club que quiere volver a levantarse con pasos firmes, sin mirar atrás.