Semana intensa en Valencia. La derrota del Levante UD ante el Real Oviedo deja a los de Julián Calero sin margen de error en la pelea por el ascenso directo. Además, la lucha del Carlos Tartiere se saldó con más consecuencias negativas. De hecho, el técnico madrileño está pendiente aún de si podrá contar con dos de sus jugadores clave en sus esquemas.
Porque, ante el Oviedo, dos futbolistas acabaron tocados físicamente. Uno de ellos, un indiscutible en la zaga. Julián Calero lo conoce desde hace mucho y es uno de sus hombres de confianza. Unai Elgezábal, con problemas musculares en un gemelo, lleva toda la semana entre algodones.
El otro, es la cruz de guía en fase ofensiva del conjunto granota. Carlos Álvarez recibió un fuerte golpe en el tobillo. Ello le produjo una fuerte inflamación en la articulación, con la que viene lidiando toda la semana. Su evolución en las horas previas al encuentro será la que dictaminará su disponibilidad ante el Tenerife. Dos futbolistas desde los que se entiende mucho mejor el fútbol levantinista cuya participación está en el aire.
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