El Cielo puede ser Carbayón

El Cielo puede ser Carbayón
El cielo, obvio, es azul. En la Liga 1|2|3, todos los equipos arrancan la carrera a inicio de temporada buscando el cielo. Ese cielo, también evidente, es el ascenso a la máxima categoría. En Oviedo, capital de Asturias, anhelan que el Cielo se tiña de azul, en concreto, que se impregne de Carbayón. Y a día de hoy, la realidad indica que el idílico sueño oviedista se halla cerca de poder convertirse en realidad.
Un paraíso al alcance de la mano
Nueve estaciones separan a los 21 clubes que forman parte de la categoría de plata para llegar a destino. El Real Oviedo, hoy, está a tan sólo cinco puntos de la zona de playoff. Es cierto que recientemente ha estado más cerca, aunque también lo es que la distancia invita al optimismo.

Bárcenas | Raúl Roján, Colección MVP ViveSegunda
No lo hace tanto la cadena de resultados cosechada las últimas tres semanas. La derrota en el derbi asturiano probablemente ha afectado negativamente a la moral del equipo dirigido por Juan Antonio Anquela y minado su confianza.
Sin embargo, el Real Oviedo goza ahora de la oportunidad de sumar 3 puntos sin jugar y aguardar resultados de sus rivales. Además, dispondrá de dos semanas para preparar su siguiente encuentro, en el Tartiere, ante el Córdoba. Dos semanas que abren la puerta hacia el paraíso. Una mano tendida para dar el paso al frente que el oviedismo demanda, que la masa azul persigue en su pensamiento.
Un calendario impredecible en dificultad
Tras recibir al Córdoba, quedarán siete finales por delante. Cuatro a domicilio: Almería, Málaga, Tenerife y Osasuna. Tres al calor del hogar, ante Granada, Numancia y Rayo. Un calendario que mezcla rivales en diversas luchas, por el ascenso y por el descenso, aunque es difícil prever en qué situación llegará cada cual a las diversas citas. Lo que sí es sencillo de imaginar es un Carlos Tartiere convertido en hervidero para llevar en volandas a su equipo en busca de la gloria.
Motivos para creer
Sin contraponer balanzas, existen motivos de sobra para creer en carbayón. Juan Antonio Anquela, para empezar. Un técnico curtido en mil batallas, con contrastada experiencia y capacidad para gestionar cualquier tipo de situación. Con detractores, inevitable, porque alguien de carácter como lo es él no puede evitar discrepancias.

Saúl Berjón | lanuevahojaazul.com
Una plantilla que, si bien es cierto que puede ser corta, está repleta de calidad. Trabajada, versátil y repleta de calidad. Mezcla de veteranía y juventud, perfecta simbiosis para el éxito.
Y una afición que es su mayor riqueza. Un sustento imposible de ponderar, de valor incalculable. Si el Tartiere empuja, gran parte del camino está hecho. Un recorrido que lleva hasta el cielo para pintarlo de azul Carbayón.
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