Huesca, aspirante brillante

Con la etiqueta de ‘aspirante’ pero sin plantilla. Con un cúmulo de problemas extradeportivos que se alargaron más de lo previsto. El regreso de la SD Huesca a Segunda División no ha sido nada fácil a pesar de sus condiciones como recién descendido, y a la vista estuvo una vez concluida la campaña anterior. La inesperada aparición de la Operación Oikos trastocó numerosos planes del club azulgrana, el cual se vio manchado por completo y solo en una guerra muy difícil de ganar. Sin embargo, la entidad azulgrana ha levantado el vuelo con el paso de los meses y los de Míchel han dejado claro que pelearán por los máximos objetivos posibles lo que resta de temporada.
A un paso de los puestos de ascenso directo como tercer clasificado y con 35 puntos, el Huesca se ha mantenido en la zona noble de la clasificación desde el inicio de liga. Por ello y como el mejor local de la categoría además del menos goleado, el conjunto oscense trabaja sin hacer ruido para mantener las mejores sensaciones y revertir las peores.
Crecimiento y exigencia, los objetivos principales
Desde un primer momento, hablar de las cotas más altas era lógico. Sin embargo, la tardía confección de la plantilla en un verano convulso rebajó por completo muchas de las ilusiones. Comenzar desde la nada calmó las exigencias, aunque pronto resurgieron con incorporaciones como las de Mikel Rico, Mosquera o Juan Carlos.
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Y a pesar de todas las dificultades, Míchel y los suyos comenzaron de la mejor forma posible con victorias ante Las Palmas y Deportivo de La Coruña. El rendimiento mostrado confirmó el crecimiento del equipo y sus aptitudes, siempre con cautela en cada uno de los pasos dados. ¿Aspirante a todo? Sin duda, pero con la futura consolidación de un bloque en proceso. No fue fácil ni rápido, pero el trabajo ha dado sus frutos sin llegar al mejor estado posible.

Míchel reza antes del encuentro frente al Cádiz | Foto: LaLiga
Cambios inesperados, jugadores asentados desde el primer día bajo la confianza del cuerpo técnico… los altoaragoneses comenzaron con unas expectativas que han ido cumpliéndose poco a poco y a raíz de un grupo capaz de lo mejor y lo peor.
“La inesperada aparición de la Operación Oikos trastocó numerosos planes del club azulgrana, el cual se vio manchado por completo y solo en una guerra muy difícil de ganar”
Una primera vuelta inimaginable en julio
La primera vuelta del equipo azulgrana ha destapado muchas de las dudas que podían surgir en las primeras semanas de competición. Así, con un alto nivel de juego, competitividad y ritmo el Huesca tendrá la seguridad de comenzar el 2020 con el conocimiento de haber realizado una más que notable primera parte de liga. Okazaki fue la guinda de un pastel suculento que elevó todavía más el nivel dentro de un vestuario con hambre y ganas de demostrar.
Sus números así lo ratifican, y es que a pesar de todas las dudas generadas como visitante durante las 21 jornadas disputadas los altoaragoneses han sabido reponerse en base a un Alcoraz prácticamente inexpugnable: dos derrotas en casa, 18 goles en contra, mejor local de la categoría y conjunto con mayor solidez defensiva. Todo ello por encima del Cádiz, líder absoluto hasta el momento. Quizás la mayor preocupación pueda encontrarse en el elevado número de partidos perdidos, con un total de ocho. Los altibajos le han impedido dar un salto mayor en cuanto a puntos y posición.
Por otro lado, la multitud de variantes en cada una de las posiciones ha ayudado para ver un conjunto repleto de futbolistas diferentes y útiles. Aun así, los constantes movimientos del técnico han podido influir para bien y para mal en el rendimiento general. Con dos delanteros o juego por bandas, lo que está claro es que la columna vertebral de este Huesca queda compuesta por Álvaro Fernández, Pulido, Mosquera, Rico y Okazaki. Podría decirse que todos ellos son las referencias en cada una de las líneas.

El Huesca celebra el segundo gol ante el Real Zaragoza | Foto: LaLiga
Huesca, sin tiempo para relajaciones
Por raro que parezca, los azulgrana no han conseguido nada todavía. En una competición tan larga, la segunda vuelta puede deparar situaciones inesperadas hasta para los más preparados. Por ello, el Huesca tiene la obligación de hacer muy bien los deberes en el mercado de invierno si quiere mantener intactas sus opciones como aspirante a regresar a Primera División. Un delantero y un centrocampista son las prioridades para reforzar lo existente.
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La máxima categoría del fútbol español podría esperarle, pero para ello tendrá que consolidar sus buenas sensaciones y corregir en la medida de lo posible su nula capacidad de reacción ante marcadores adversos. Su juego a domicilio es otra cuenta pendiente junto al balón parado, aunque los mimbres del Huesca de Míchel apuntan a que seguirá siendo un duro rival a batir para cualquiera. No cabe duda de que tanto la SD Huesca como el resto de equipos tienen un duro camino por delante hasta alcanzar la jornada 42.
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