Le ha costado, quizá algo más de lo esperado, pero el tiempo y los resultados le están dando la razón al Girona. Tras su inesperado descenso, este año tocaba cambiar el chip. Misma filosofía de trabajo, pero con objetivos muy diferentes a los de los últimos años en Primera. Pese a un inicio complicado y habiendo superado más de un altibajo, los catalanes están donde se les exigía y donde se les esperaba: luchando por volver a la máxima categoría.

Martí tiene donde elegir

Resulta prácticamente un tópico en cada jornada, pero no es más que la realidad. El Girona es favorito en la gran mayoría de partidos que disputa, juegue en Montilivi o lo haga como visitante en cualquier otro estadio. Y los siete jugadores que Pep Lluís Martí debe dejar en el banquillo podrían ser piezas muy importantes en cualquier otra plantilla de la categoría: Ignasi Miquel, Ramalho, Diamanka, Jozabed o Jonathan Soriano son solo algunos de esos nombres. No es algo que puedan decir todos los equipos de Segunda. Es por eso que cada empate o cada derrota, con más o menos razón, ha sido susceptible a críticas.

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Por suerte, estas se han ido reduciendo con el paso de los meses, al mismo tiempo que la posición de los catalanes en la clasificación no ha dejado de mejorar. Ahora parece que lo tienen más cerca que nunca. Restan 13 jornadas, están a seis puntos de la segunda posición y tienen la misma distancia con el séptimo clasificado.

Socios para Stuani

Poco vamos a hablar esta vez del uruguayo, que sigue manteniendo ese ritmo goleador que su equipo necesita y al que, en algunas ocasiones, se ha “malacostumbrado”. Lo realmente importante es que este Girona tenga recursos para suplirle o reducir su dependencia. La pasada jornada, con el pichichi cumpliendo sanción, los protagonistas frente a la Ponferradina fueron Borja García y Brandon. El primero, tras una primera vuelta notable, había perdido peso en las últimas jornadas, coincidiendo precisamente con la llegada del segundo en el mercado de invierno.

Stuani podría perderse el play-off por la Copa América

Esta vez fueron ellos dos, pero podrían haber sido otros. Stuani acapara mucho sobre el campo, así que lo más destacado es que su equipo también logre ganar sin él. Y es que a final de temporada, la posición final del equipo es muy probable que pueda depender de este tipo de aportaciones. El charrúa siempre aparecerá cuando se le necesite, pero habrá días en que hará falta algo más, y es ahí donde sus compañeros deben marcar diferencias. Calidad para hacerlo hay de sobra.

Girona, el playoff no es una opción

La experiencia en las eliminatorias de ascenso ha dejado más penas que alegrías en la parroquia catalana. En las anteriores ocasiones, llegar a ese escenario era el objetivo prioritario. Ahora, sin embargo, se convertiría en un mal menor. No estaría todo perdido, ni mucho menos, pero las cifras dicen que los playoffs tienden a igualar siempre las cosas y los favoritismos desaparecen, un factor que también jugaría en contra del Girona.

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Además hay otro escenario con el que algunos quizá no cuenten: la Copa América. El próximo 12 de junio, coincidiendo con las eliminatorias de playoff, arranca en Argentina y Colombia una nueva edición de la competición por excelencia entre países sudamericanos, y lo más probable es que Stuani deba acudir a la llamada de su selección. De esta manera el cuadro catalán podría perder a su mejor baluarte para encarar el tramo más decisivo de la temporada.