Piti, la zurda de Reus

Francisco Medina Luna, más conocido como “Piti”, tal vez sea una de las mejores zurdas del fútbol español, y sin duda alguna, la mejor pierna izquierda que ha pasado por Vallecas. Pese a ser de origen catalán, Piti encontró el amor en un barrio de Madrid. Un amor que vestía con una camiseta blanca, cruzada por una línea diagonal de color rojo. Un amor llamado Rayo Vallecano.
Piti, el camino hacia Vallecas
Los primeros pasos de Piti en el fútbol profesional fueron casualmente en Primera División. Tras un breve paso por el equipo de su ciudad, el Reus Deportiu, el tarraconense fichó por el Real Zaragoza. De la mano de Víctor Muñoz, debuta en la máxima categoría en un partido frente al RCD Espanyol. En aquel Zaragoza coincidió en el terreno de juego con el actual máximo goleador de la selección española, David Villa, que ya anticipaba lo que sería en el futuro.
Tras la breve experiencia maña, Piti hace sus maletas para recalar cedido en el Ciudad de Murcia, donde disputaría sus primeros minutos en Segunda División. El equipo murciano, con Abel Resino a la cabeza, está a punto de dar la sorpresa y conseguir el ascenso a Primera en la última jornada. La zurda de Reus consigue anotar ocho tantos en 29 partidos.
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Tras esta buena temporada, el Hércules se hace con sus servicios previo pago de 180.000 €. Pero lo cierto es que Piti aprovechó la vía alicantina para llegar hasta Vallecas. El catalán, sin oportunidades en el Rico Pérez, fue cedido en dos ocasiones consecutivas al Rayo Vallecano, que en aquel entonces dirigía Pepe Mel, y con el que consiguió el ascenso a la categoría de plata en su segundo año allí. Francisco Medina “Piti” había llegado a Vallecas para quedarse.
Un amor incondicional
El Rayo regresó a Segunda División en la temporada 2008/2009, y prácticamente sin aclimatarse logra quedar entre los cinco mejores equipos de la categoría. Este resultado para un recién ascendido de la división de bronce resultó ser un arma de doble filo, pues la historia del club y las buenas sensaciones en la temporada aumentaban la exigencia del retorno a la élite. Piti anotó ocho goles para su club, sólo superado por los delanteros del equipo: Pachón (9 goles) y Aganzo (12 goles).
“Existen jugadores que, quizá, están destinados a triunfar en un único lugar. Puede ser el caso de Piti. La zurda de Reus pareció encontrar su lugar únicamente en Vallecas, portando la franja del Rayo. Y allí, de la mano de Jémez, terminó explotando en la élite también como goleador”
La temporada 2009/2010 estuvo llena de sin sabores para el conjunto de la franja. El equipo madrileño tenía el objetivo del ascenso en mente, y terminó quedando undécimo. Aun así, en esta campaña es digno de recordar uno de los mejores goles que se han visto en la grada de Vallecas. El Rayo Vallecano se enfrentaba al Recreativo de Huelva, Piti recupera un balón en su propio campo, realiza una pared con un compañero y desde prácticamente el círculo central, teledirige la pelota por encima de un adelantado guardameta onubense que no puede hacer nada. El delirio se apoderó de la afición franjirroja. El mediapunta catalán anotaba así su séptimo gol de la temporada.

Francisco Medina “Piti”, historia del Rayo. | Foto: Marca.com
Dicen que tras la tormenta, llega la calma. Con la decepción de la temporada pasada todavía a cuestas, el Rayo consigue resurgir de sus cenizas y termina la campaña 2010/2011 en segundo lugar, por lo que consigue el ansiado regreso a Primera División. Un equipo guiado por José Ramón Sandoval y un Emiliano Armenteros que anotó 20 goles aquella temporada.
Pero si alguien merecía este premio, sin duda alguna era nuestro protagonista, Francisco Medina “Piti”. Un futbolista que había defendido la franja desde las arenas movedizas de Segunda División B, pasando por las borrascas de Segunda, hasta conseguir llegar al oasis de Primera.
El milagro franjirrojo
La historia de Piti portando la franja, en la categoría de oro, no dejó indiferente a nadie. Quizás por casualidad, quizás por destino, se cumplen justamente ocho años de uno de los momentos más tensos, y a la vez más felices de un seguidor vallecano. Al Rayo siempre le gustó la adrenalina, pero lo que sucedió en aquella última jornada de la temporada 2011/2012, no estaba escrito ni en la mejor de las novelas.
Última jornada de Liga, el Rayo Vallecano recibe al Granada. La lucha por evitar el descenso está en llamas. El Granada con 42 puntos, Villarreal con 41, Zaragoza con 40 y el propio Rayo con 40 se juegan la vida.

Celebración de un gol portando el brazalete | Imagen: Diario de Navarra
El equipo maño encarrila su permanencia adelantándose ante el Getafe. El Villarreal está cayendo derrotado tras un gol del Atlético de Madrid, en el minuto 88. La afición del Rayo tiene un atisbo de esperanza, están a un sólo tanto de salvarse del infierno.
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Sin embargo, el tiempo apremiaba, el equipo madrileño tenía tres minutos de descuento para obrar el milagro. Saque de esquina para los locales, la zurda de Piti erra el córner y la defensa nazarí despeja la pelota, con no demasiada fortuna. La redonda le vuelve a caer en los pies al catalán, que escorado en la banda derecha avanza hacia el área y recorta para disparar. Su tiro es desviado por un central andaluz, el rechace le cae a Michu que golpea la pelota como buenamente puede, el remate del asturiano se marcha directo al travesaño y el balón queda suspendido en el aire a centímetros de la línea de gol. Tamudo, que parece tener duende para estas cosas, empuja de cabeza el corazón de miles de aficionados franjirrojos que no pueden evitar invadir el campo. Este capítulo es para algunos el mejor momento de la historia del Rayo.
Piti, el estandarte de un Rayo histórico
Después de la agonía de la última campaña, el fútbol premió al conjunto vallecano con la mejor temporada de su historia. La temporada 2012/2013 consagro a Paco Jémez como entrenador, con un fútbol atrevido y vistoso, estructurado por una defensa de tres, buscando exprimir al máximo el potencial ofensivo del equipo. Sin duda, el mayor beneficiario de ese juego de ataque fue Francisco Medina “Piti”. El catalán se destapó como el goleador del equipo, y consiguió mandar a guardar 18 goles, la mejor cifra anotadora de un futbolista del Rayo en una temporada, superando a su ex-compañero Michu (15), y al mítico Hugo Sánchez (16).
Con Piti como capitán del barco, el club de Vallecas alcanzó los 53 puntos, y la octava plaza en la clasificiación liguera. Números inauditos para la entidad madrileña en sus 95 años de vida.
Estos fueron los mejores años de Piti como futbolista profesional. Tras ellos se marchó libre al Granada para más tarde volver durante un año a Vallecas, sin demasiado protagonismo. Los caminos de Piti y el Rayo se han separado en numerosas ocasiones, pero el destino siempre los ha vuelto a juntar. No cabe ninguna duda que más tarde o más temprano el hijo pródigo regresará a su casa.
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