Adrián González, malaguista centenario

En La Liga SmartBank encontramos jugadores de mucho peso, contrastados y prestigiosos. Uno de esos nombres es hijo de un gran futbolista, nacido en Madrid y su recorrido ha ido sobrado de repercusión. Adrián González, hijo del famoso futbolista y más tarde entrenador, Michel González, alcanzaba ante el Deportivo una cifra especial. Adrián se hacía centenario en La Rosaleda con el equipo en el que, al fin, ha encontrado estabilidad.
Cien partidos en los que Adrián González ha debido ganarse su lugar a base de esfuerzo. Un jugador al que se ha exigido por encima de lo exigible, como si ser hijo de quien lo es le supusiera una mayor exigencia. Luchar contra su apellido, entiendan la expresión, ha sido un peso que ha debido soportar en una carrera en la que las sombras han pesado sobre las luces, aunque lo han hecho de forma guionizada.
Adrián González, el peso de la responsabilidad
No sólo en Málaga la exigencia ha estado disparada. Ha sido así durante toda su carrera, en todos sus equipos. Sin embargo, en Málaga, al menos, ha encontrado estabilidad y continuidad. En la ciudad andaluza ha vivido el peor de los momentos, un descenso a Segunda División, aunque también ha alcanzado la madurez futbolística.
“Abonados al sufrimiento”
Capital blanquiazul, Málaga ha marcado positivamente a un centrocampista al que se comparó con su progenitor siendo una especie de futbolista totalmente diferente. Sus características no están asociadas al desborde ni al centro medido. Ni tan siquiera al toque más exquisito que Míchel representó sobre el verde. Su fútbol abarca mayores espacios y cumple diferentes funciones.
Un box to box en plena madurez
Porque Adrián González es centrocampista, como su padre, pero no se acuesta en el costado derecho, como él, ni tampoco en el zurdo. Él es más un todocampista, abarcando grandes espacios y tomando protagonismo en todos ellos. Con y sin balón, su presencia siempre es trascendente en el equipo. Cuando se encuentra acertado, convierte lo intangible en palpable y también enseña un gran muestrario de tangibles. El toque, la asociación, la llegada y el gol definen a un futbolista que se ha convertido en vital para el club andaluz.

Adrián González posa con la camiseta del Málaga | Gol Digital
Así lo podemos definir como un ‘box to box’ especializado, que se incorpora con frecuencia y a su vez con inteligencia. En ese contexto, los números del ‘8’ malaguista se disparan, logrando buenas marcas goleadoras por su capacidad de llegada y remate.
Adrián González, un capitán centenario
100 partidos contemplan ya a un Adrián González que es capitán de pleno derecho. Por trayectoria, personalidad e influencia. En los buenos y en los malos momentos, este capitán ha liderado al equipo y le ha sostenido en las duras y en las maduras. Así, las cifras quedan en anécdota porque el compromiso del futbolista va mucho más allá de las estadísticas. El sentimiento define a los líderes y él ya lo es en un vestuario que ha sido golpeado en los últimos tiempos por los problemas extradeportivos.
“Box to box”
El futuro del Málaga está, entre otras, en las manos de Adrián. Porque es su líder futbolístico y también espiritual. Un referente absoluto en la actualidad blanquiazul, con cien batallas a sus espaldas. Con cien grandes experiencias vividas como preludio de todo lo bueno que pueda estar por venir. Adrián González, presente y futuro malaguista, que ya ha escrito sus líneas en los libros de historia.
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