La explosión de Moctar El Hacen

El Anxo Carro es un estadio que se ha exigido trabajo a sus guardianes desde sus inicios. Más aún en La Liga SmartBank, por no decir en cursos como este. Después de una mala primera vuelta, en la que el Club Deportivo Lugo pecó de conservador, se acusaba necesaria una chispa de competitividad. Un incentivo que se tradujo no sólo en los dos cambios de entrenador que suceden a ese tramo de la temporada, pues de su mano vinieron también nuevas caras al proyecto. Algunas de ellas demostraron ese trabajo y cumplieron, pero el caso concreto de Moctar Sidi El Hacen está rodeado de un misticismo especial.
Lo cierto es que el centrocampista mauritano demostró tener el don de la oportunidad. No fueron pocas las veces en las que apareció para determinar un partido. Esos cinco goles que anotó -cifras atípicas en un jugador de su perfil- no sólo supusieron puntos, si no que también iban acompañados de momentos clave. Coincidencia o no, El Hacen aparecía cuando más necesitaba el equipo a alguien en su lugar. Como si el peso de la responsabilidad o la fatiga no le hiciesen mella. No obstante, sería injusto reducir a esos momentos la temporada de Moctar, pues su rendimiento ha demostrado estar a la altura de la categoría. En Lugo cayó de pie y se ha consagrado como una de las revelaciones de este segundo tramo de la 19/20.
Curro Torres, su introductor al fútbol de plata
Otro elemento llamativo en esta historia es, sin duda, que El Hacen comenzó asumiendo un rol al que quizá no estaba tan acostumbrado en otros equipos. Mientras que el Real Valladolid Promesas solía funcionar como pivote, Curro Torres lo hizo debutar en La Liga Smartbank en una posición de ‘interior’ en su 4-3-3. Lejos de la base de la jugada, donde Jaume Grau se convirtió en habitual como único pivote, y por tanto, en el principal sustento de las posesiones albivermellas. En la fase ofensiva de los gallegos veíamos como El Hacen se responsabilizaba de esos pasillos entre el centro del campo y el lateral o extremo derecho. Pese a su falta de hábito en esa posición, supo cumplir.
“Con uñas y dientes”
El Hacen se destapó como un medio de bastante recorrido a lo largo de los partidos. Quizá no demostraba explosividad y grandes esfuerzos, pero cuidaba mucho su posición, moviéndose hacia donde poder favorecer al equipo. Algunos de sus tantos, de hecho, llegan gracias a sus incorporaciones al área como rematador. Una faceta que le sirvió al Lugo de Curro para llevarse los 3 puntos en más de una ocasión.

El Hacen celebra un gol | Diario As
Por otra banda, su perfil físico le fue útil al técnico valenciano en contextos como el de la presión en campo rival, donde podía imponerse y forzar pérdidas a su marca. A ello se le suma su labor en el 4-1-4-1 de la fase posicional defensiva, en la que el mauritano se responsabilizaba de cubrir espacios con acierto, además de vigilar su posición de cara a posibles recuperaciones o cambios en la posesión. Su llegada comenzaba a dar sus frutos y a convencer, pero no fue hasta la destitución de Curro Torres que veríamos una nueva versión de él.
Juanfran García y el doble pivote con El Hacen
Con la llegada de Juanfran el Lugo se vuelve un equipo mucho más directo y práctico en sus ideas. Juanfran decide cambiar el esquema y plantea un 4-4-2 -con sus variaciones- en el que Manu Barreiro es indiscutible. Se renuncia a jugar en corto y salir con el balón jugado para darle mucho más protagonismo a la altura del punta gallego y al desplazamiento en largo de Ander Cantero. El Hacen, por su parte, experimenta un retroceso en su posición, al comenzar a funcionar como pivote o mediocampista puro.
Posicionalmente sumará mucho a la causa de la salida de balón en largo. Juanfran, normalmente, le ofrecía apoyos -Carrillo, Rama- y prolongación mediante rupturas -Herrera- a este tipo de acciones para poder montar ataques rápidos. El Hacen se convierte en un jugador que está para recoger balones sueltos o poder disputar los rechaces, dos contextos en los que se maneja bien. Un concepto de salida de balón que tenía coherencia con las características de sus jugadores.
“Gasolina para el Lugo”
Por su parte, El Hacen en fase ofensiva siguió siendo un jugador llegador, peligroso ante envíos al área y como rematador a balón parado. Basta con ver los goles que le anota a Tenerife o Racing, por ejemplo. En contextos de posesión, especialmente cuando el Lugo jugó de local, el mauritano constató que su inteligencia y su visión no sólo trascendían en lo defensivo. Se convirtió en un jugador útil para poder mover hacia las bandas o para generar espacios mediante los que progresar. Gracias a su posición ocasionaba contextos favorables a jugadores como Rama o Seoane, que podían progresar y combinar hacia campo rival. En defensa, desde el 4-4-2, su posición era mucho más lógica y se sentía más cómodo al moverse o poder interpretar situaciones. Algo que se manifestó mediante recuperaciones de balón.
Un frente abierto para el Real Valladolid
Pese a no ser el centrocampista más trascendente del Lugo con el balón en los pies, su llegada fue de mucho valor. Por el peso en puntos de sus goles, pero también por la cantidad de facilidades que le dio a sus dos técnicos en muchos aspectos. No es coincidencia que El Hacen fuese galardonado como jugador del mes de julio del Club Deportivo Lugo. Ese premio coincidió con su momento de mayor comodidad y de mejor rendimiento.
“La historia interminable”
A día de hoy el futuro de El Hacen está en el aire, pero tales han sido los argumentos exhibidos que el Real Valladolid se plantea su lugar en la plantilla del primer equipo. Una noticia de la que se han hecho eco los medios vallisoletanos en las últimas fechas. En todo caso, en Lugo ha parecido encontrar un lugar desde el que crecer y demostrar su inteligencia como jugador. Ese trabajo y entrega demostradas han sido una de las grandes noticias del club albivermello esta temporada.
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