Málaga CF, adaptarse a la nueva realidad

El Málaga CF, como club, ha sido testigo de una mutación de su situación competitiva que se ha producido a un ritmo vertiginoso. El equipo que en 2013 plantaba cara a los colosos europeos, se encontró en 2018 en Segunda División. De una forma tan meteórica como alcanzó la élite, sufrió un desplome que se tradujo en batacazo. Como colofón, no consiguió recuperar la categoría en el año inmediatamente posterior al descenso y, con ello, chocó como un kamikaze con una realidad económica alarmante. Si la gestión deportiva había sido desastrosa, el mar de fondo tenía una preocupante situación económica que parecía abocar al desastre a la entidad malaguista.
Podemos reconocerlo. Aquí, en Fondo Segunda, la especialidad no son los números. Todos hemos escuchado hablar de los problemas económicos del Málaga CF. Cómo no haber estado en algún debate que girase alrededor del jeque. Evidentemente, el eco de los 15 millones ha llegado a nuestros oídos, así como el del escaso límite salarial. Quien más, quien menos, ha comparado al Málaga con el Reus. ¿Verdad? En el trasfondo de todo, nos estamos encontrando con un Málaga que se está tratando de readaptar a marchas forzadas. Con un administrador concursal que está tomando decisiones, entre las que se encuentra un posible ERE a una parte de la plantilla. La venta de varios jugadores en la actualidad de los de Martiricos, con Mula como primer ejemplo con su venta al Fuenlabrada.
La figura de Manolo Gaspar

Manolo Gaspar ilusiona al Málaga | Diario Sur
Aquí emerge la figura de Manolo Gaspar. El Director Deportivo del conjunto blanquiazul se ha encontrado ante un reto mayúsculo y no le ha vuelto la espalda. Al contrario. Con el sentimiento por bandera pero, a la vista está, con la capacidad y el conocimiento como seña de identidad. Los movimientos en un contexto tan desfavorable se comienzan a suceder. Lejos de decepcionar, invitan a lo opuesto de lo esperado: el optimismo. Porque las piezas, a priori, parecen encajar de maravilla. Futbolistas contrastados, que vienen de rendir a buen nivel, incluso alguno de la tierra, con salarios reducidos, con la ilusión empezando a asomar alrededor de una afición cabizbaja que comienza a ver el sol tras las nubes.
“Un Málaga de un mérito incalculable”
Así, recientemente han llegado tres piezas desde el recién descendido Numancia. Pese a proceder de un equipo que ha caído al bronce, los tres jugadores mantuvieron un nivel relativamente alto durante la temporada. Dani Barrio, una de las revelaciones en la portería; Iván Calero, un lateral derecho indiscutible que mostró buen nivel tanto atacando como defendiendo. Finalmente, un Alberto Escassi cuya mayor virtud es la polivalencia, con un físico encomiable y con un valor añadido: se trata de un jugador de la tierra. Con anterioridad, ya se había incorporado a Orlando Sá, un delantero con experiencia que viene a sumar sabiduría a la fase ofensiva malaguista. O a un Cristian Rodríguez que también ofreció detalles y pinceladas en la medular del Extremadura la pasada temporada.
Málaga CF, sentimiento y flexibilidad
No sólo eso. Todo hace indicar que Luis Muñoz, que finalizaba contrato, ha decidido continuar en el conjunto de su tierra. Una muesca más de alegría para una parroquia que pasa de verlo todo negro a atisbar, al menos, el gris. Aún no conocemos qué jugadores escaparán del ERE. Bueno, sí. El que seguro que escapará es un Tete Morente que ilusionó a la hinchada ya con su llegada en el mercado invernal del pasado curso. Con fuerza suenan nombres como Yanis Rahmani o Caye Quintana, futbolistas de juventud y ganas, que llegarían en calidad de cedidos y que podrían estar muy cercanos a cerrar el acuerdo. Un Málaga CF “low cost” que puede terminar formando un once ilusionante para afrontar una temporada en la que Sergio Pellicer es garantía de trabajo, seriedad y seguridad en un proyecto que pueda optar a convertirse en revelación.
“En busca de la supervivencia”
Porque el Málaga ya no es aquel nuevo rico con aires de grandeza que paseaba su nombre por Europa. Ha tocado adaptarse y, en tal situación, la flexibilidad que está mostrando Manolo Gaspar al amparo del administrador judicial y de la austeridad económica comienza a parecer una cuidada sinfonía. Queda mucho mercado, aún variedad de movimientos que producirse y, como no, la estructura final de la plantilla aún está inacabada. Pero, no lo pueden negar. Si ven nuestra imagen de cabecera, el malaguismo comienza a tener motivos para el optimismo. Confiar en una temporada tranquila no es tan quimérico como lo era tan sólo hace unas semanas.
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