Real Oviedo, el origen a la derecha

El Real Oviedo no es una certeza absoluta. Ahora bien, las señas de identidad que el equipo ofreció con la llegada de Cuco se mantienen. En su día valieron una permanencia y, por el momento, siguen transmitiendo esa sensación de bloque rocoso y competitivo. Aún así, hay margen de mejora.
El cuadro carbayón suma dos puntos de seis en su estreno liguero. El de la jornada uno se quedó algo corto, puesto que los de Cuco hicieron más y mejor en el global del partido. Salvo en los últimos diez minutos, las ocasiones, el ritmo y la batuta le correspondieron a los locales. El Tartiere se quedó sin goles por la poca puntería pero los asturianos no se marcharon con mal sabor de boca.
Real Oviedo, empate bajo la lluvia
Anduva y su famosa lluvia no fue un ambiente ideal para campeonar. Pese a ello, el equipo empató in extremis tras otro partido en el que irse de vacío hubiera sido injusto. Especialmente en base a una gran primera parte del Oviedo. Impuso su juego por bandas y esa facilidad para poner buenos centros laterales.
Crónica y puntos de la jornada 2
Cuco apostó por el habitual 4-4-2 con Mier y Obeng arriba. En el doble pivote, Tejera hacía de medio posicional, sosteniendo al equipo y pidiéndola por detrás de la pelota, mientras Édgar era el que se descolgaba, la pedía por delante y entraba al remate o frontal para aprovechar su 1.93m de estatura. Viti y Borja Sánchez a los costados.
La salida de vestuarios no fue buena y el Mirandés se impuso entre el 45′ y el 65′, suficiente para poner merecidamente el 1-0. De nada vale ser superior durante más minutos si en 15 te relajas. Y eso ocurrió, pues el gol local evidencia esa falta de concentración defensiva dejando solo a Iván Martín tras centro de Carlos Julio. Con el diluvio se volvió imposible jugar. No obstante, dio tiempo a que Sangalli fusilara a Limones y pusiera el empate in extremis.

El Oviedo empatando bajo el diluvio | Foto: Real Oviedo
En lo individual, Arribas está muy sólido. Tejera parece haber recuperado galones y casa bien con el rol de Édgar. Femenías estuvo a nivel MVP y sus paradas ya cuestionan esa titularidad de Brazao que algunos daban por hecha. La única nota negativa, el insuficiente nivel de Borja Sánchez, especialmente en Anduva. Cabe abrir el debate de dónde juega mejor la perla de Cuco, pues está partiendo de banda izquierda pero desde la mediapunta puede llegar a ser más trascendente.
Todo empieza en la banda derecha
La no mención de Juanjo Nieto y Sangalli en el último párrafo es porque bien merecen epígrafe propio. La banda derecha del Oviedo es su principal aval, dos jugadores que elevan el nivel de la plantilla. Por sus botas pasan buena parte de las opciones del cuadro carbayón.
Es obligatorio meter a Juanjo Nieto en las quinielas de mejor lateral derecho de la categoría. Tiene una velocidad y despliegue muy potente, una pierna derecha muy precisa y una toma de decisiones envidiable, tanto en zona media como en línea de fondo. Completísimo y con un techo aún mayor. El año pasado fue una revelación, este año una absoluta certeza.
La suerte que tiene Juanjo es que comparte banda con otro jugón. Marco Sangalli aterrizó en el Tartiere el pasado curso, tras dejar buenas sensaciones en Alcorcón. Algo irregular en el primer tramo, se fue haciendo hueco poco a poco, hasta acabar a un nivel excelso. Esta temporada ya ha dejado un golazo, el anotado en Anduva.
Sus suplencias se deben a que padeció el Covid y no pudo completar la pretemporada oportuna. Aún así, ha tenido muchos minutos, más en Anduva por la lesión de Viti, y ha sido trascendental. Tiene calidad, capacidad de asociación y puede crear peligro tanto por banda, desbordando y centrando, como en zonas interiores para buscar socios.
Esa polivalencia es la que casa tan bien con Juanjo Nieto. El lateral dobla por fuera cuando Sangalli tira diagonales, pero cuando este juega abierto, puede doblar por dentro o apoyarle en zona más retrasada. En definitiva, una pareja muy equilibrada, pues a todo lo que aportan en ataque hay que sumar el gran trabajo defensivo de ambos, que no escatiman esfuerzos.
Un Real Oviedo por completar
El Real Oviedo visto hasta ahora está incompleto. Nahuel ya jugó sus primeros minutos. Por otro lado, Blanco Leschuk no ha tenido tiempo de debutar. Su rol es clave, pues la pareja inicial Obeng – Mier apetece más como complementos que como papeles protagonistas. A priori, Borja Sánchez, Nahuel, Sangalli y Leschuk será el ataque titular carbayón.
Al centro del campo se le suma Aburjania, futbolista que ha ocupado distintas posiciones y será un gran recurso para Cuco. A priori, faltaría un lateral izquierdo que mejore a Mossa y tal vez otro delantero para apuntalar un ataque que en los dos primeros partidos ha dado síntomas de falta de gol.
“Entrenadores de sueños”
En definitiva, un Real Oviedo todavía por completar pero que está fichando con cabeza, en base a necesidades y acorde al estilo de juego implantado por Cuco Ziganda. El objetivo es la permanencia y a soñar con algo más, es lo más prudente después de lo sufrido en la 19/20.
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