Málaga, perdido como la mirada del niño

Las calles de Málaga siempre tienen algo nuevo que enseñarte. Cada desvío acaba dejándote en un lugar que hasta ese momento, no existía. Las calles de Málaga son un continuo Gato de Schrödinger, en la que los sitios solo existen cuando los visitas. Algo que en ojos de cualquier otro pasaría desapercibido, puede suponer un mundo.
Durante cuatro días pasé por la misma calle y lo que vi se grabó en mi mente, aunque en otra ocasión ni siquiera me habría fijado. Tres niños. Tres niños con la camiseta de su equipo, el de toda la ciudad, el Málaga. Los primeros tres días que pasé los veía jugando al fútbol en una calle peatonal, siempre estaban ahí. El último día solo vi a uno de ellos, con la mirada perdida. Con la camiseta de su Málaga, que como él, perdió el fútbol, un fútbol que está lejos de regresar.
Irónico escenario en Málaga
Manolo Gaspar y Sergio Pellicer han hecho todo lo que han podido con un equipo a la deriva, no se podrá reprochar su gestión. Sobre el objetivo, “salvar la categoría” es lo primordial. Tras un ERE y un total de 32 movimientos en el mercado, cualquier resultado que supere el puesto 17 será un éxito.
Crónica y notas Jornada 5
Económicamente lo peor aún no ha llegado, aunque llegará. Las irregularidades en la propiedad del club siguen siendo el gran lastre, desde que Al-Thani llegase. Sus intereses siempre fueron políticos y económicos, la vida de Marbella era lo llamativo de la Costa del Sol para un catarí con mucho dinero pero poca empatía. Resulta irónico que mientras él arruinaba al Málaga por soñar con Marbella, el club marbellí rozaba la Segunda División y su propio club coqueteaba con la segunda división B.
De los altares al rubor
Pasamos de Ruud Van Nistelrooy e Isco a Okazaki y Ontiveros. Los dos primeros hicieron historia en la ciudad, rozaron las semifinales de la UEFA Champions League y se fueron sabiendo que podían estar orgullosos de este club, por gente como ellos.
Okazaki y Ontiveros eran nuestros faros en Segunda División, los pequeños ídolos para una pequeña afición, que aún así se mantuvo unida.
Málaga, decide ídolos perdidos
La llegada del nipón supuso una pequeña alegría en el mar de dudas que rodea al club desde hace mucho tiempo. La continuidad del marbellí era la otra cara sonriente de una plantilla herida de muerte. Okazaki salió el mismo mercado de fichajes que llegó porque el club era incapaz de pagarle, mientras que Ontiveros no pudo seguir en un proyecto que no sólo no le ofrecía otras opciones en caso de no ascender, sino que directamente se resignaba con no lograr el regreso a Primera. Los ídolos apagaron las luces al salir y nadie las volvió a encender.
“¿Qué hago ahora con la camiseta de Okazaki que compré a mi hijo?” “¿Cómo le explico que se ha ido y aún no le ha visto jugar?”
Así reaccionó un aficionado en redes cuando esta noticia se hizo oficial, hace ya un año. Me resultó imposible creer que un club que había aprobado un fichaje que ya sabían costoso y complicado, dejase salir al mismo jugador que llegaba así por problemas económicos. Si el objetivo era ganar dinero a costa del aficionado lo lograron sin importar cómo reaccionaron estos, pues los aficionados siempre hemos sido un mero número en las oficinas de la Rosaleda.
De orígenes y responsabilidades
Quizá habría que agradecer al señor Fernando Sanz, que al necesitar vender el club vio Qatar como la primera opción. El Málaga fue el primer club de España adquirido por un jeque gracias a esto. Durante años tanto empresas o personalidades interesadas como la propia afición han pedido a Al-Thani que venda el club, pero él se resigna a hacerlo si no recibe la misma cantidad que pagó. Pretende vender al equipo con deudas millonarias y la incógnita de seguir o no en la segunda categoría del fútbol español.
“La suerte está echada”
El Málaga sigue perdido, como la mirada del niño, que representa a toda una afición. El problema es que seguirá perdido mucho tiempo, por mucho que intentemos salvarlo. Como el niño, abstraído en su mente, sin importar lo que ocurra alrededor. Algún día habrá que explicar a cientos de niños como él porque su ciudad “no tiene equipo de primera en el fútbol español” (letra del himno) y está lejos de tenerlo. Un día vimos por última vez al Málaga en Europa, un día vimos al Málaga por última vez en Primera División. Un día veremos por última vez al Málaga, aunque ojalá no sea testigo de ello.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.