El CE Sabadell está de regreso en ese lugar que le ha correspondido históricamente. En plata, el conjunto catalán compite de nuevo en su hábitat natural. La realidad es que su lugar está aquí, aunque aún no parece haber conectado precisamente con eso. Con su nueva realidad.

No se puede cuestionar que el CE Sabadell ha alcanzado el objetivo siendo un equipo reconocible. Antonio Hidalgo y Juvenal construyeron un bloque de bronce con personalidad definida y ello les llevó al éxito. La clara intención del equipo continúa siendo exactamente la misma. El patrón está definido, y este es un paso vital en está categoría tan compleja.

Sabadell, ausencia de contundencia

A este Sabadell, de momento, le penaliza su debilidad en las áreas. O lo que es lo mismo, la falta de contundencia en las zonas determinantes del juego. El perfecto ejemplo se escenificó en el Carlos Belmonte. Allí, los de Antonio Hidalgo pudieron irse al descanso con un 0-3 y sin embargo terminaron cayendo por 3-0. Y no, no fue un caso aislado, sino la tónica predominante de un equipo que ofrece mejores sensaciones que resultados.

“Radio Marca, estreno de altura”

Porque los arlequinados ya venían de escenarios similares a los de Albacete. De mostrar personalidad y dominio, perdonar oportunidades en área contraria… Y sin embargo, conceder gol a las primeras de cambio. Ha sido un inicio marcado por esa negativa dinámica que ha convertido en pesadilla este retorno.

Los brotes verdes a los que agarrarse

No todo es negativo alrededor del CE Sabadell. Es innegable la decepción inevitable al sumar un pleno de derrotas en el arranque. Y sin embargo, sólo un repaso reflexivo nos sitúa constantemente ante un equipo de ideas claras. De fútbol definido, competitivo en prácticamente la totalidad de parcelas. Comprometido, solidario y, en definitiva, constante en su idea y rendimiento.

Antonio Hidalgo, celebrando | Mundo Deportivo

Y todo ello es el mejor punto de partida sobre el que edificar un proyecto en La Liga SmartBank. Cimientos sólidos que, eso sí, deben servir a su vez de base para corregir los defectos de construcción. Existe mucho trabajo por hacer, aunque al menos la filosofía está definida y a través de ella, quizá, se alcance el objetivo.

Sabadell y Antonio Hidalgo, confianza mutua

Con todo, pensar en una destitución precipitada de Antonio Hidalgo se antoja utópico. El técnico de Granollers se ha ganado la confianza no sólo del club, sino de toda la afición y de una ciudad entregada a su líder espiritual. Y no es de extrañar. Todos aquellos conceptos positivos que describen a este Sabadell vienen impuestos por su sello.

“Un invicto de plata”

En cualquier caso, de nada sirve tener aprendida la lección si el día del examen confundes la suma con la resta. La confianza tiene un límite. El Sabadell, en las próximas jornadas, debe conectar con la realidad. Corregir aquello que le está condenando cada partido, reaccionar y sumar. Esto sólo acaba de comenzar.