El 22 de octubre era una de las fechas marcadas en rojo en el calendario del Albacete. Volvía al estadio donde perdió el tren del ascenso dos años atrás. Sin embargo, había un protagonista dentro del vestuario manchego que tenía algo más que un partido como recuerdo de las islas. Tomeu Nadal volvía a la que fue su casa y lo hizo por la puerta grande, asegurando un empate para su equipo con una actuación sobresaliente. MVP de la jornada más que merecido para uno de los grandes guardametas de La Liga SmartBank.

Confianzas renovadas

El inicio de competición no ha sido el soñado para la afición del Carlos Belmonte. Sin la posibilidad de apoyar a los suyos desde la grada, han visto como su equipo era el primero en cambiar al inquilino de su banquillo. Se marchaba Lucas Alcaraz y llegaba Aritz López Garai. Golpe de timón a un proyecto que seguía mostrando las debilidades que le dejaron al borde del desastre hace solo unos meses.

“Guía Fondo Segunda y Vive Segunda”

El escenario parece lejano, pero solo han transcurrido unos pocos días desde el anuncio. La carta de presentación frente al Sabadell fue ilusionante y ahora tocaba reafirmar ese inicio en un escenario de altura como Mallorca. Solo un par de cambios en el esquema para seguir confiando en un bloque que había debutado con buen pie.

Tomeu Nadal, la vuelta del hijo pródigo

El plan del Albacete no acabó de funcionar en Son Moix, pero había una solución en la recámara y se llamaba Tomeu Nadal. A los manchegos les costó entrar en juego ante uno de los rivales más potentes de la competición, aunque los locales tampoco crearon demasiado peligro durante los primeros compases. Pero era solo la calma antes de la tormenta.

Tomeu Nadal para el penalti a Salva Sevilla | Queso Mecánico

Y es que tras el paso por vestuarios todo se aceleró. El Mallorca empezó a merodear el área blanquilla con mucha más asiduidad, y a partir de ese momento empezó el recital de intervenciones de Tomeu Nadal. Primero llegó el penalti en contra. Salva Sevilla suele ser un seguro de vida, pero esta vez el guardameta se hizo inmenso bajo palos. Poco después sería Dani Rodríguez quien le pondría a prueba, pero tampoco tuvo éxito por culpa de una doble parada felina.

Tomeu Nadal, bastión insuperable

Al Albacete le tocó cerrar filas y confiar en la inspiración de su capitán. Aun así, Manu Fuster tuvo la victoria con un mano a mano que de forma incomprensible no supo definir. Pudieron ser tres puntos, también cero. Pero finalmente fue uno, el punto de Tomeu Nadal. El portero rubricó su clase magistral con un total de nueve intervenciones en 90 minutos. De todo menos sorprendente porque de esto y mucho más es capaz el portero manacorí. Cifras que firmaría cualquier guardameta de élite y que llevaron el sello del gran estandarte del Queso Mecánico.

“Primeros cesados”

La trayectoria avala al guardameta balear. Su carrera define extraordinariamente las capacidades y habilidades inherentes a su figura. Méritos de sobra para alcanzar una cima que se resiste, aunque aún es posible. De momento, Tomeu Nadal y Albacete continúan su fructífero trayecto de camino hacia el cielo futbolístico.