Stuani-dependencia. Un mal endémico aparentemente sin antídoto. No existe vacuna para lograr minimizar el daño de no contar con el uruguayo, pero sí una medicina que parece funcionar en su ausencia. Mamadou Sylla ha emergido como esa figura hasta ahora ausente, necesaria para sobrevivir ante la adversidad.

El Girona FC no tuvo alternativa a Stuani en el pasado reciente. Con Stuani, había paraíso. Sin él, un vacío imposible de rellenar. Tan evidente era la superioridad del equipo a través del mejor delantero de la categoría como la debilidad provocada por su falta.

Mamadou Sylla, la alternativa

El Girona era consciente de la debilidad, localizada e identificada. Existía la necesidad de diversificar amenazas, sumar dinamita y variables a su zona ofensiva. Nahuel Bustos desde Sudamérica, una alternativa joven, de proyección. Y la apuesta contrastada, el relanzamiento del senegalés Mamadou Sylla. Un delantero que pasó por Espanyol y Barcelona, que tras multitud de cesiones ha terminado recalando en el Girona, con la intención de forjar por fin una carrera con la estabilidad como objetivo.

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Mamadou Sylla ofrece al conjunto catalán un perfil diferente al de un Stuani eminentemente rematador. Ello no supone que el senegalés carezca de dicha cualidad, sino que suma diversidad de recursos de beneficio individual y grupal a su repertorio.

Profundidad, amenaza y amplitud

Sylla celebra un gol | Girona FC

El beneficio que el delantero aporta a su equipo va mucho más allá del gol. Se trata de un futbolista que añade profundidad al juego colectivo, posibilitando que su equipo se estire en fase ofensiva. Con buen juego de espaldas, descarga bajando balones y distribuyendo, algo que permite mejorar las transiciones al Girona. Ahí, Sylla suma y multiplica opciones para los de Montilivi.

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Adicionalmente, aporta espacios y dinamismo, a través de sus continuos desmarques y rupturas a la espalda de las defensas rivales. Con todo ello, las opciones de asentarse en terreno de juego rival aumentan considerablemente para el Girona. Obliga a las defensas a una atención constante, ya que de lo contrario las castiga a través de cualquiera de sus múltiples capacidades. A todo ello sumemos trabajo, esfuerzo y derroche. Así, encontramos a Mamadou Sylla convertido en el MVP de la Jornada 9, con un doblete que ofreció los tres puntos a su equipo. Sin embargo, como se desprende de estas líneas, la incidencia del senegalés no es aislada. Y promete asegurar recorrido.