Nahuel, volver sobre sus pasos

Desde que abandonó el Barça B algo le ha sucedido a Matías Nahuel. Ni en A Coruña ni en Tenerife pudo reivindicar aquella versión que dejó en la banda izquierda del filial blaugrana. Ha ido dejando en las últimas temporadas un rendimiento irregular. Ya fuese por falta de oportunidades o de sensaciones. De hecho, ambas han llegado a ser consecuencias de la otra. Esa misma tónica parecía repetirse en su inicio de temporada con el Real Oviedo. Pese a que el ‘Cuco’ Ziganda le otorgó minutos como extremo, su rendimiento fue bastante escaso. Hasta que llegó el cambio.
La semana pasada, en el Estadio Gran Canaria, volvimos a ver al mejor Nahuel. Con dos goles puso el colofón perfecto a una actuación individual más que destacada. Hicieron falta cambios, pues el ‘Cuco’ decidió reconvertirlo desde el inicio del encuentro. El extremo argentino jugó como segundo punta en este encuentro, a las espaldas de Blanco Leschuk, y el club carbayón lo agradeció. El contexto fue el idóneo para que Nahuel pudiese hacer daño a la UD Las Palmas. Sus condiciones se vieron mucho más potenciadas que en otros encuentros como extremo. Un cambio que dará que pensar a Ziganda de cara a próximos encuentros, ya que puede ser una fórmula que veamos más a menudo en el Oviedo.
La reconversión de Nahuel
En las gradas del Heliodoro y de Riazor recordarán bien cómo era Nahuel en estas últimas temporadas desde la banda. Un jugador técnicamente muy capaz, con desborde y capacidad para hacerse la jugada individual, pero falto de chispa en líneas generales. Forzaba mucho su juego individual en ocasiones, echando por tierra otras opciones mejores de pase o de devolución. Llegaba en ocasiones a frenar el ritmo del equipo en ataque. Mucha ambición por su parte, pero poco rendimiento.
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Es difícil sacar conclusiones concluyentes de un único encuentro, aunque ese papel como enganche o segundo punta nos sirve para ver algunas de las virtudes o ventajas que puede sacar Nahuel desde esta posición. La primera es que explota mucho más su velocidad. A pierna cambiada le gustaba más recibir al pie, mientras que por el centro se exprime más en ruptura, ofreciéndose al espacio ante las recepciones de Blanco Leschuk o los contextos de contraataque. Mide bien sus desmarques y tiene piernas de sobra para sorprender. Esto en un encuentro como el de Las Palmas, donde la defensa solía estar lejos de su campo, fue de vital importancia.
Por otra parte, al jugar por dentro se siente más cómodo llegando al área y a posiciones desde las que le es mucho más cómodo o fácil buscar portería. No depende del dentro-fuera, si no que puede llegar a posición de remate sin necesidad de generarse él la jugada. Ya ha demostrado en más de una ocasión que tiene buena definición a la hora de probar el disparo, con lo que este sector del campo potencia mucho esta condición de su juego. Sin ir más lejos, en el partido anterior logra anotar los dos goles del Real Oviedo.
Una variante más para el ‘Cuco’
Hasta ahora, el Real Oviedo ha alternado entre el 4-4-2 y el 4-2-3-1 en ataque. En el primer caso, Ziganda ha usado a la pareja Obeng-Blanco Leschuk, que le aporta mucho músculo arriba, además de la movilidad de Obeng, que con su físico es capaz de asumir rupturas o movimientos al espacio en ciertas situaciones. Si hablamos del 4-2-3-1, hasta ahora el Oviedo ha empleado a Borja Sánchez en ese rol de enganche, moviéndose entre líneas y sumando a la asociación.

Nahuel, junto a sus compañeros | La Voz de Asturias
Nahuel es un jugador que puede sumar en cosas semejantes a Borja Sánchez por dentro. Ese juego de apoyo rápido, combinando de primeras, también se lo vimos en el encuentro pasado. No obstante, a Borja lo limita en lo que a desborde se refiere. Es más fácil que Borja pueda apagarse en esas acciones o que tenga desconexiones importantes por intentar acciones de dificultad. A Nahuel lo vimos más comedido, dando los giros precisos y limitándose mucho más en el uno contra uno.
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Al ser un perfil más bajo de jugador, tiene un centro de gravedad menor, con el que puede girarse para romper líneas o superar defensores de forma ágil. No necesita tantos espacios como Borja para poder desbordar por su condición de futbolista. Además, suma todo lo comentado al espacio. Sánchez por dentro es menos vertical que en banda, mientras que Nahuel, visto lo visto, seguramente tienda a lo contrario. Sin embargo, hasta que veamos esta variante del ‘Cuco’ en ataques más posicionales no podremos asegurarlo.
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