16 años y 11 días. A los más veteranos les parecerá muy poco. A mí, que apenas he superado la adolescencia, motivo de envidia. Con 16 años uno se encuentra en edad de estudiar. De dudar, de pensar en el futuro, de crecer… Tiempos mozos y bellos en los que la única meta definida es seguir adelante. Porque toda la vida está por delante a partir de esa edad. A muchos a los 16 años nos hubiese encantado estar ahí, anotando un gol para nuestro equipo de siempre como tributo a un recién fallecido Maradona, lejos de ser profesionales o ni tan siquiera amateurs. Si hubiese que creer en el destino, sería por ese elegido que fuese capaz de romper las redes de una portería. Algo que Luka Romero ya ha hecho. Un nombre habituado a sorpresas agradables.

Cada vez que el argentino Luka Romero salta al campo parece que tiene que ser con la historia en su mano. Ya lo hizo la temporada pasada, debutando con apenas 15 años en la máxima categoría del fútbol español. Esta temporada ha ido apareciendo de forma esporádica como sustituto, dejando breves rúbricas de lo que podría ser y es. Contra el Logroñés fue, y no sólo fue, que además fue el gol. Fue el récord y el homenaje. El tanto más joven en la historia de la categoría en la jornada en la que el planeta del fútbol homenajeó a Diego Armando Maradona. Pocos momentos habría mejores, para un chico argentino, que ese.

Un punta dinámico y menudo

Por si el gran público no conoce todavía a Romero hemos de escribir por él su carta de presentación. Más allá del gol debemos hablar de Romero como un segundo punta o media punta de bastante movilidad. Zurdo, con mucho talento técnico y un centro de gravedad bajo que le permite eludir y ser bueno encarando al rival. Es un jugador bajo (1,65m), por tanto, que cuenta con muchas virtudes impropias para jugadores de su edad.

Leer más | “El peso de la evidencia”

Pese a que ya es costumbre en jóvenes prospectos, no se le compara con Messi en vano, pues ha demostrado en sus pocas apariciones ciertas tener cualidades y rasgos similares a los del argentino. Son jugadores diferentes en perfil -no hablemos del nivel- pero que coinciden en algunas facetas de su juego. Salvemos las distancias, pues Luka Romero es Luka Romero: un futbolista de tan sólo 16 años, pero con unas expectativas y una proyección a la altura de los mejores.

Luka Romero, un gol de órdago

Luka celebra su gol señalando al cielo | Gol Caracol

El Logroñés fue víctima y espectador de un momento histórico para la categoría. Histórico y estético, incluso histérico. El tanto, si lo vieron, merece tales calificativos. En dos toques con su zurda dibuja una jugada individual magnífica. El primero, para recibir de Salva Sevilla de espaldas y poder dirigir el balón hacia el espacio libre. Un control orientado lleno de ambición, que muestra el desparpajo e intenciones del joven mallorquinista.

Leer más | “No caer en la apatía”

Por si eso fuera poco, el segundo toque es violencia. Calidad y revolución a partes iguales. Una reivindicación del anterior toque, donde reafirma esa valentía. Luka busca desde la frontal del área la portería desde que su cuerpo se gira hacia ella. El disparo es excelente. Entra acariciando el palo largo y sorprende al meta rival, que ni tan siquiera hace el amago de estirarse. La belleza del tanto habla por sí sola. Hace callar cualquier argumento en su contra. Es un órdago de elegido. Tras un 3-0 suponía el colofón de oro al encuentro de los locales. Homenaje, historia, récord y destino. Luka Romero pone la firma.