Las aguas siguen revueltas en el Real Zaragoza, pero la victoria frente al Fuenlabrada ha abierto un atisbo de esperanza. El gol de Narváez valió algo más que tres puntos en La Romareda. Precisamente el colombiano parece ser el jugador más inspirado de la plantilla maña. Esta vez no hubo ni tiempo para que Juanjo realizara su ya conocida celebración de la llamada de teléfono, aunque seguro que el tanto hizo ese efecto en toda la parroquia blanquilla vistas las circunstancias actuales.

Medio equipo a sus espaldas

Narváez, un oasis en mitad de la pandemia | Cadena Ser

Las cifras no mienten. Narváez ya suma cinco dianas en lo que va de curso. El Zaragoza lleva diez goles a favor aunque la clasificación diga que son trece por la alineación indebida de Santo Domingo. Las cuentas son fáciles: el cafetero ha marcado la mitad de los goles del equipo cuando se acerca el ecuador de la competición. No hay ningún otro equipo de la categoría con una proporción tan desigual.

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Nadie está marcando diferencias, por pequeñas que sean, más allá del colombiano. Partidos como el de El Toralín, donde los maños destaparon todas sus carencias, o la remontada in extremis contra el Girona con un doblete suyo en el descuento son ejemplos perfectos para darse cuenta que el nivel de Narváez está muy por encima de la media del equipo.

Narváez, rindiendo fuera de posición

La inoperancia del equipo en el frente de ataque ha convertido al “7” blanquillo en el mejor argumento ofensivo de Iván Martínez. El problema es que Narváez no deja de ser un extremo que también puede ejercer como segundo delantero, pero en ningún caso se trata de un ariete que te pueda asegurar esa cifra de goles que sí se les debería exigir a otros compañeros como “El Toro” Fernández o Vuckic.

El sistema le está sentando bien al colombiano, pero su efectividad no será infinita. O quizá sí, pero ya ha quedado demostrado que necesita algún socio para que este Zaragoza levante el vuelo definitivamente. La segunda línea blanquilla, la misma que tantas alegrías dio la temporada pasada, en la presente está pasando totalmente desapercibida. La irrupción de Francho, al que tampoco se le pueden exigir goles porque no es un llegador, ha sido la mejor noticia en ese aspecto.

Narváez, madera de líder

Narváez no deja de ser un recién llegado a La Romareda, pero con su desempeño en el campo y por carácter ya se le puede considerar como uno de los pesos pesados del vestuario maño. Uno de esos futbolistas a los que no les hace falta lucir el brazalete de capitán para ejercer como líder de un equipo. Tanto Rubén Baraja primero como ahora Iván Martínez han encontrado una figura a la que agarrarse para mantener con vida a un grupo que lo está pasando realmente mal desde el inicio de la competición.

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El partido de esta tarde en Los Juegos Mediterráneos volverá a poner a prueba a Narváez, pero especialmente al Real Zaragoza. La visita a uno de los cocos de la liga servirá para lograr otra inyección de moral o para devolver las dudas a un equipo que se agarra a las llamadas en forma de goles del futbolista colombiano.