Siempre desde el silencio, sin hacer demasiado ruido. Marco Sangalli ha sido y es uno de los argumentos ofensivos más interesantes del Real Oviedo. Un atacante que asegura regularidad, trabajo y juego temporada tras temporada. Incluso gol, como se ha podido observar en las últimas jornadas. El donostiarra en las últimas jornadas ha sido el encargado de rescatar puntos para los carbayones. Algo que permite a su equipo asentarse en la comodidad de la zona media, a la espera de recuperar sensaciones y aspirar a algo más. Depende del rendimiento de jugadores como Sangalli que podamos ver al conjunto asturiano poniéndole aprietos a los cocos de la categoría.

A Anquela casi le sale caro. En la Nova Creu Alta no pudieron sacar un resultado positivo. Sabadell y Alcorcón sufrieron recientemente su ataque y su gol, apareciendo cuando el Oviedo más lo necesitaba para lograr puntos. Marco Sangalli lleva tiempo siendo una de las insignias del ataque de Ziganda. Ahora que llegan los resultados de sus piernas, aún más si cabe. El vasco es ambicioso de cara a puerta -en más de una ocasión lo ha demostrado- pero hasta ahora no había exhibido esta regularidad en el gol. Pese a que la cuota no está alta, sus cuatro anotaciones le sirven para ser el máximo goleador del Oviedo en esta 20/21.

La importancia de Marco Sangalli

La relevancia de Marco Sangalli desde su llegada al Tartiere es innegable. Con Ziganda ha sido prácticamente un fijo en la banda derecha -su banda natural- de su 4-2-3-1. Es un jugador que apetece a cualquier entrenador, aunque no muchos lejos de Oviedo tengan una gran consideración sobre él. Aguerrido y entregado, es capaz de disputar balones y de ofrecerse al juego de distintas formas. Un sacrificado al esquema, que prima las rupturas o los apoyos interiores a las jugadas individuales. No se caracteriza por buscar el uno contra uno. Sangalli tiende más a caer hacia el centro -en zonas propias de un medio ofensivo- para organizar y hacer jugar al equipo. Incluso para probar el disparo, pues tiene un buen pie en el golpeo. Algo que la temporada pasada le sirvió al Oviedo para ganar algunos encuentros y que este año está reflejándose en las últimas jornadas.

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Pese a que no es tan reconocible por sus individualidades, Sangalli tiene un recurso que explota mucho en este sentido: la conducción. Alberga una aceleración con el balón útil, que le sirve para sacar muchas faltas a rivales. Por otro lado, gracias a estos movimientos ayuda a que el conjunto carbayón no se estanque, buscando la verticalidad y la profundidad. Sin balón la historia no cambia. Además de caer al centro para aprovechar su buen pase y su visión, no es raro verlo atacando el segundo palo desde el lado débil o incorporándose hacia el área como un rematador más. Acciones en las que tiene conseguido más de un gol para su equipo, gracias a su trabajo e instinto. En resumen, un futbolista muy profesional y completo para el ataque de forma regular.

El talismán carbayón

Sangalli, imprescindible para el Real Oviedo

En el pasado nos mostró que si se encuentra inspirado es capaz de ganar partidos. Algo ajeno a su regularidad, que se traduce en picos de forma y momentos clave para su equipo. Lo vimos en la 19/20 en Almendralejo, por ejemplo, comandando a su equipo en un encuentro clave para obtener la salvación y alejarse del farolillo rojo. Su incidencia contra el Alcorcón fue menor, pero la actuación que firma en la Nova Creu Alta puede hacer recordar a la de aquel encuentro.

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Sangalli firma una actuación de las más destacadas de la jornada en Sabadell. Además del gol, su papel desde la banda derecha fue vital. Buscando balones y pases que habilitasen a sus compañeros en posiciones peligrosas. Ganando muchas pugnas y duelos por el balón, con el aplomo característico de su juego. Su trabajo y su lucha, además de su buena calidad al combinar, fueron una semana más motivo de alegría para el equipo. Un papel que sirve para volver a la dinámica positiva y que permitirá al Oviedo seguir creciendo en esta edición de LaLiga SmartBank. Sin hacer demasiado ruido, pero con el cuchillo entre los dientes. Con trabajo y compromiso, volvió Sangalli a ser decisivo.