RDT, el bichito parleño

RDT. Rápido. Demoledor. Tenaz. Esos son los tres pilares que han llevado al delantero del Espanyol a convertirse en la joya de la categoría de plata. Sin embargo, más allá de lo evidente, las actuaciones del jugador perico sobre el terreno de juego corroboran que en esto del fútbol hay cualidades imposibles de entrenar, hay aptitudes con las que se nace.
Un golpe de vista es suficiente para saber que Raúl de Tomás es de los pocos afortunados que están llamados a ser importantes dentro del mundo del fútbol. Su 1,80 y un físico potente adornan la valentía con la que encara a los defensas rivales y una visión de juego privilegiada. Sus primeros pasos como futbolista fueron en la escuela de formación de futbolistas C.D. San Roque E.F.F. de su ciudad natal, donde permaneció tres años antes de unirse a las categorías inferiores del Real Madrid. Allí no tardó mucho en demostrar su valía, y fue escalando puestos de forma meteórica. Tanto, que para llegar al Castilla le sirvieron como aval sus 31 goles con el juvenil, sin necesidad de pasar por el Real Madrid C.
RDT: un debut en el Real Madrid sin expectativas de futuro
Aunque debutó en 2014 con el primer equipo en Copa del Rey sustituyendo a Benzema, el club blanco nunca lo consideró como un activo importante dentro de sus filas y comenzó el baile de cesiones. Córdoba, Valladolid y Rayo Vallecano, donde permaneció dos temporadas y se convirtió en el artífice principal del ascenso a Primera. Fue el Benfica el que en 2019 pretendía ofrecerle estabilidad, fichándolo por cinco temporadas a cambio de 20 millones, sin demasiado éxito. En el mercado invernal aterrizaba en el Espanyol. A pesar de que no lleva un tiempo excesivo vistiendo la elástica blanquiazul, ha sido el equipo que le ha devuelto la sonrisa consagrándolo como pieza fundamental dentro de su esquema. Ahí ha encontrado el escenario perfecto para demostrar de lo que es capaz, y en sus filas ha conquistado a una gran parte de aficionados a la Liga española, hasta tal punto que equipos como Barcelona o Atlético de Madrid han barajado su nombre para reforzar la zona de ataque.

Raúl de Tomás durante un encuentro como jugador del Rayo / Getty Images
Factor diferencial: el gol
La primera característica que se busca en un delantero es obvia: el gol. Raúl de Tomás de eso va sobrado. En la campaña actual ha sumado un total de doce dianas que le convierten en el máximo realizador de Segunda. Una cantidad abundante de goles que a su equipo da vida, pero la forma en la que se ejecutan los mismos roba miradas, y eso es lo que le hace destacar ante los delanteros al uso. Su factor diferencial como jugador es en zona de finalización. Calidad técnica a la hora de definir y creatividad son la mezcla perfecta para anotar los goles más disparatados y bonitos de la Liga española. Además, siempre muestra predisposición permanente a ocupar espacios de remate y una vez que tiene la portería bien ubicada ejecuta el tiro de forma tajante.
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Aunque sobre el papel pueda parecer tarea fácil, en el terreno de juego hace falta un plus que permita realizar con éxito lo desarrollado en las pizarras y esquemas previos a los encuentros. Un extra asentado en la concentración y la disciplina de la que hace gala el 11 perico, pero también en algo que va más allá, y es que, si hubiese que describir su relación con el balón con una palabra, esa sería PUREZA. Quizá esa armonía constante con el esférico es uno de los motivos que le hace mantener la calma en las situaciones más adversas y acabar aprovechando jugadas que cualquier otro daría por imposibles.

Raúl de Tomás celebrando un tanto ante el Lugo / Getty Images
Características de RDT en el RCD del Espanyol de Vicente Moreno
Su llegada la Espanyol en el mercado invernal de la temporada pasada -por 20 millones, siendo el fichaje más caro de la historia del club- supuso para la afición el clavo ardiendo al que poderse aferrar. Aunque el delantero no pudo salvar al equipo del temido descenso, devolvió con creces el cariño y confianza depositado en él. Su trabajo le ha hecho convertirse en una pieza clave dentro y fuera del campo, hasta tal punto que algunos lo ven como el mesías del Espanyol.
Desde su llegada se adaptó perfectamente al equipo, y esta campaña no ha tenido problemas para encontrar su sitio en el 1-4-4-2 que utiliza el RCD del Espanyol. En fase defensiva es capaz de sellar al bloque y su astucia a la hora de posicionarse hace que se ubique en espacios próximos al pasillo central. Cuestión fundamental para cortar las filtraciones por el interior de la defensa, evitando facilitar el trabajo a los atacantes rivales.
En fase ofensiva, su trabajo va más allá de sumar goles. Siempre participativo, su posición, en la que predomina la profundidad, da lugar al aumento de la distancia entre las líneas rivales. Además, su agilidad para romper el esquema del contrario le permite alternar desmarques de apoyo, con los que rompe a espalda rival. Su actitud sobre el verde y sus aptitudes con el balón, le permiten dar continuidad al juego de los suyos.
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RDT no es un delantero más. Aunque esto, para aquel que simplemente se ha fijado un poco en él de forma esporádica, salta a la vista. El ‘bichito parleño’ es, sin duda, un futbolista total, digno de ser considerado diferencial y, en definitiva, un futbolista de una categoría superior que, accidentalmente, se encuentra en la de plata del fútbol español. Para aquellos que seguimos, disfrutamos y amamos esta competición es una bendición. Una de esas que disfrutar, con la convicción de que su fecha de caducidad está a la vuelta de la esquina.
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