Borja Valle, el nuevo comodín de Ziganda

En diciembre Borja Valle denunció por redes sociales la situación injusta que estaba viviendo en el Dinamo de Bucarest. Los impagos y las mentiras del club rumano hacia varios de sus jugadores fueron caldo de cultivo de desavenencias y enfados. Esta noticia llegó a España gracias a él y a otros españoles del club, como René o Isma López. En muchos casos lo hizo acompañada de una despedida, ya que varios de ellos abandonarían Rumanía. El berciano fue uno de ellos, y lo haría para volver a casa. Para regresar a un lugar en el que fue feliz y en el que vivió uno de sus mejores momentos como futbolista. Ziganda y Oviedo lo reciben, de nuevo, con los brazos abiertos.
Protagonista en el regreso a Segunda en la 14/15 y en temporadas siguientes del Real Oviedo. El recuerdo que dejó Borja Valle en las gradas del Tartiere fue magnífico. Un recuerdo que va en consonancia con su rendimiento, pues Valle tuvo un nivel destacado en esos primeros años del regreso del Oviedo. El Deportivo se fijó en él -en Primera División- e hizo suyo su juego durante más de cuatro temporadas.
Con mayor o menor relevancia dependiendo del entrenador, trató de aportar a los coruñeses en el periodo de inestabilidad más grande de su historia. No obstante, nunca llegó a ser el futbolista que se esperaba. En su última temporada como deportivista, en la 19/20, seguía teniendo el mismo rol secundario que cuando llegó, casi 3 años después y en una categoría menor. Representativo en un global del estancamiento que vivió en A Coruña, tanto a nivel de rendimiento como de minutos. En Oviedo, ahora, tratará de volver a sumar con regularidad y ser una buena competencia desde el banquillo del Cuco.
El ‘nuevo’ Borja Valle
El regreso de Borja Valle, si bien puede traer ilusiones con el pasado, refleja una realidad muy distinta por ambas partes. Ni el Oviedo es el mismo que entonces ni tampoco lo es el berciano. Este último, en concreto, goza de una madurez y un poso envidiable para cualquier futbolista. Valle regresa siendo un jugador más maduro y mucho más capaz de funcionar en distintos sectores del campo. Un progreso que a Ziganda le servirá -y mucho- para poder cubrir varias posiciones con su figura. La polivalencia siempre se valora. Más aún en una categoría como La Liga SmartBank, donde las rotaciones y los cambios son más que habituales.
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Su muestra más reciente así lo corrobora. En un primer lugar, Borja Valle llega como un hombre de la parcela ofensiva. Un futbolista que ha funcionado normalmente como extremo izquierdo, a pierna cambiada, por su capacidad para generar goles con su disparo con la diestra. Es una pieza de banda que combina bien, hábil, capaz de buscarse espacios para tirar tras pared o tirando la diagonal individualmente. Cuenta también con velocidad en conducción, un rasgo que potencia su autonomía y autosuficiencia al buscar peligro.
Quizá carece de la explosividad y de la personalidad de otros elementos ofensivos. Sin embargo, su perseverancia y confianza en el disparo puede ser definitiva en momentos de segunda parte. Borja Valle muestra potencia y precisión desde la frontal e incluso posiciones de banda al atacar la portería. Su aval goleador con el Deportivo en jugadas de esta índole habla por él. Aunque cuente con pocos minutos, no se desentiende del gol a lo largo de las temporadas.
Un comodín para el Cuco
Pese a que haya funcionado habitualmente como extremo izquierdo, Borja Valle ha operado en muchas zonas distintas a lo largo de su carrera, ofreciendo un buen rendimiento en líneas generales. Es capaz de rendir y ofrecer una buena imagen en su banda natural -derecha-, como enganche e incluso como segundo punta -acompañado por un delantero más posicional que lo libere-. Posiciones, que por prestaciones y perfil, potencian varias de su virtudes como futbolista. Por las bandas, en sus primeras etapas, era capaz también de obrar como lateral por su velocidad y el recorrido que podía ofrecer en banda, aunque a los 28 años cabe pensar que no se cuente para él en dichas posiciones.

Borja Valle, en Oviedo de nuevo | El Comercio
Además de todo ello, al término de la temporada 19/20 Fernando Vázquez lo descubriría en una nueva posición: la de mediocentro. Como mediocampista, el técnico de Castrofeito sacó mucho provecho de sus cualidades asociativas y de su visión de juego, logrando inventarse un reemplazo de ciertas garantías ante la necesidad de las lesiones. Incluso en tareas defensivas mostró disciplina y una buena ración de trabajo, que sirvió para equilibrar la medular deportivista en varios encuentros. Valle suma a su currículo una funcionalidad más, con la que poder cubrir huecos en la plantilla.
Cimientos para el banquillo carbayón
Pese a que Borja Valle es un futbolista de talento, si atendemos a la competencia que se encuentra lo más probable es que parta desde el banquillo. Tanto Borja Sánchez, como Marco Sangalli o Matías Nahuel han sido habituales en la parcela ofensiva carbayona. A nivel individual seguramente no sea una gran noticia, pero a nivel colectivo es interesante para el Oviedo. Por su bagaje, su polivalencia y el rendimiento que pueda ofrecer.
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Hasta entonces Ziganda había recurrido a futbolistas como Viti Rozada, Javi Mier o Samuel Obeng para doblar las posiciones ofensivas. Con la llegada del futbolista berciano las posibilidades son mayores, al igual que las garantías y el nivel medio que pueda ofrecer la segunda unidad desde el banquillo. Mengua la necesidad de futbolistas del filial para la rotación. Argamasa para poder mejorar la plantilla y añadir competitividad al conjunto ovetense.
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