Sergio Ruiz fue el cerebro de la tercera hazaña. El bastón sobre el que se apoyó la posesión del balón y la victoria de Las Palmas frente al Leganés. El ex-racinguista reivindicó su buen nivel en este curso con una actuación a la altura de los mejores registas de la competición. Mandando, dirigiendo y anotando. Aplastando la lacra del partido con su sello personal. Una actuación que le ha servido para que la redacción de Fondo Segunda le haya otorgado el premio de MVP de la Jornada 22.

Creciendo junto a su equipo

El primer tiempo del encuentro fue igualado en ocasiones. El Leganés pudo haber sacado un buen botín en varias de las oportunidades que gozó, aunque la pelota siempre perteneció a los locales. Ruiz, en el inicio de las jugadas, mejoraba el ataque cada vez que intervenía. Conduciendo y combinando. Gracias a su visión, sus pases verticales y sus precisas aperturas hacia los laterales. La clarividencia del cántabro volvió a hacer acto de presencia en el Insular. Gracias a ella, las posesiones largas maduraron y dieron lugar a buenos frutos en ataque, aunque el equipo no llegase a concretar.

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En el segundo tiempo, con un pepinero menos en el campo -Javi Hernández-, Sergio Ruiz se envalentonó, al igual que el resto del equipo. Ruiz siguió organizando, con y sin balón, la fase ofensiva posicional de los de Mel. El juego brotó de sus botas y poco a poco fue apareciendo en zonas más próximas al área. Llegaba conduciendo con soberanía hacia las inmediaciones, dando lugar a situaciones de disparo o de peligro. En un contraataque, tras una galopada con balón, tuvo las agallas de poner la ventaja en el marcador. Disparo desde la frontal, ajustado y potente, que valía el 1-0.

Sergio Ruiz, vital | Diario As

El Leganés replicó con un zarpazo de Rubén Pardo, pero los canarios seguían teniendo la superioridad, las sensaciones y la pelota. Ruiz agarraría de nuevo, junto a Javi Castellano, el guión del partido y del juego con su presencia, poniendo calma y criterio al fútbol cuando más se suele descontrolar. Finalmente, los locales amarraron la victoria gracias a un penalti tardío y lograron mantener la racha triunfal. Su protagonista, Sergio Ruiz, abandonó el césped como llegó. Soberano y seguro. Escondiendo la pelota. Mostrándosela a sus compañeros. Vislumbrando al espectador con cada una de sus intervenciones. 

La fuerza cede ante la mente

Las viejas verbas dicen que la inteligencia es más poderosa que la fuerza. La Unión Deportiva Las Palmas es el ejemplo perfecto de ello. Ante Espanyol y Mallorca no se arrugó. Contra el Leganés, el último recién ascendido que le quedaba por batir, tampoco. Tres triunfos que hacen soñar a los de Mel con algo más que la permanencia. Que pueden marcar una nueva meta en lo que queda de temporada para el equipo insular.

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Un momento de forma que tiene mucho que ver con el buen momento del mediocampista cántabro. En ese mediocampo ha sido y está siendo la voz cantante partido tras partido, recogiendo el testigo de Ruiz de Galarreta. En ese rol, su rendimiento y desempeño son causa de muchos de los éxitos del equipo canario en esta Liga Smartbank. Visión y organización con pelota. Jerarquía y decisión sin ella. Valentía cuando el partido lo requiere. Calma, para cuando las piernas van más rápidas que la pelota. Él es -y fue- la mente que controló al matagigantes canario.