El Efecto Asier

Todo nuevo ciclo necesita de un líder, de un espejo en el que mirarse; lo que no sabía el Leganés es que ya lo tenía en casa. Asier Garitano vuelve a Butarque para dibujar una sonrisa tras otra en las caras de los pepineros. Aunque muchos pensaban que esto iba a suceder de manera espontánea. No. El “Garitanismo” implica esfuerzo en el día y día y normalidad. Un lema que se traduce en victorias. El Leganés 2.0 empieza a andar de la mano de su hijo pródigo. ¿Quién mejor?
Inercia de victoria
“Las palabras se las lleva el viento”, dice el refranero español. Pero Asier las tiene bien amarradas con un mástil llamado resultados. Y es que el Leganés desde su llegada sólo piensa en positivo: 2/2 victorias consecutivas. Encima, una de ellas (0-2 vs Girona), rompiendo con la estadística. No sólo en puntos. También en efectividad de cara a puerta. Tanto en goles como disparos efectuados. Vuelve ese equipo con alma, con sed de victoria. El Leganés tiene alma. La misma que pareció perderse con su creador.
Leer más | “Las dudas del Espanyol”
Aunque al de Vergara no le guste pensar en ella, la clasificación manda: sexto clasificado y a seis puntos del ascenso directo. Porque el objetivo del Leganés es ascender -de nuevo- a Primera División. O por lo menos intentarlo. A su llegada, estaban empatados a puntos con la Ponferradina y a 9 puntos del ascenso directo. La situación ha cambiado. También por los “pinchazos” rivales. Pero el Leganés está ganando y está convenciendo. Eso está claro. La opinión es unánime. Un partido clave para medir las aspiraciones de ascenso será el encuentro aplazado frente al Almería. Un rival duro. Mucho.
Creencia en el “Garitanismo”
Asier llegó con la idea clara de mejorar el trabajo hecho anteriormente. Y así lo ha hecho. Momentáneamente. Todo a su tiempo.
“No por ganar dos partidos todo ha sido perfecto” -recalcaba el míster pepinero en la rueda de prensa posterior al partido contra el Girona-.
Pero la mejora existe. También la autocrítica. El equipo sufrió en defensa contra el Lugo y quiso cambiar matices frente a los gerundenses. Siempre sin descuidar sus bazas ofensivas. El Leganés ya maneja las transiciones ofensivas. Sabe hacer sufrir sin consecuencias defensivas. Doblete de Kevin Bua y tres puntos al casillero pepinero.
El Leganés afronta jornadas claves para su devenir en la competición. Todos los rivales en Segunda División son difíciles. No queda duda. Todos y cada uno de esos partidos serán finales: desde el Albacete hasta el Castellón. Pero el Leganés tiene clara su idea de competir entre los mejores y estar más cerca de ganar que de perder. Eso debe estar escrito a fuego. La mentalidad no se compra, se cree. Y en Leganés creen mucho en Asier Garitano. Desde jugadores hasta los camareros del bar Casablanca. El barco debe remar en la misma dirección. Que no se os olvide: “Creed en vosotros. Creed. Sois buenos, sois muy buenos. Es nuestro opción, depende de nosotros… ¡A saco!”
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.