A Las Palmas posiblemente le faltarán varios activos esta temporada para pelear por objetivos mayores, pero la calidad individual no estará en ellos. Pepe Mel ha reunido un grupo de jóvenes sin experiencia pero con una clase diferencial y entre ellos esta jornada le ha tocado destacar a Pejiño. Con su doblete en Fuenlabrada, el futbolista formado en la cantera del Cádiz recuperaba ese punto de forma exhibido en el primer tramo de competición y que se vio truncado por las lesiones.

El último sprint

Apenas 15 partidos ha podido disputar el extremo de Barbate. Nueve al inicio de liga y los últimos cinco tras su reaparición. Las lesiones le dejaron en el olvido mientras sus compañeros trataron de cubrir su ausencia con éxitos y fracasos a partes iguales. Sin embargo ahora a Pejiño se le abre un escenario más que interesante: con Las Palmas con la permanencia encarrilada y con posibilidades de dar alguna que otra sorpresa de aquí a final de curso.

Leer más | “Entre el cielo y el infierno”

Sin presión y con cuentas pendientes tras haberse perdido la mitad de los encuentros, el futbolista de 24 años empezó a recuperar el tiempo perdido en el Fernando Torres con un doblete que significaba un triunfo muy importante para que su equipo vuelve a mirar hacia la primera mitad de la clasificación.

Brillando entre gigantes

No todo es juventud y desparpajo en Gran Canaria. Rober González ha asumido ese rol protagonista durante muchas jornadas mientras que Araujo no ha desconectado en toda la temporada y Jesé ha superado las expectativas desde su llegada en invierno. A pesar de estos tres nombres, Pejiño ha sabido encontrar su hueco en el equipo. Realmente nunca lo dejó libre, únicamente estaba protegido a la espera de su regreso y así ha sido.

El tanto frente al Cartagena hace unas semanas fue solo el primer aviso de lo que podía venir después. Un jugador que siempre busca el balón pero con una inteligencia por encima de la media. Capacidad asociativa, un contexto que le favorece para potenciar sus cualidades y un entrenador que le da los galones que necesita para explotarlas.

Quedan trece jornadas por delante y todo hace indicar que Las Palmas no llegará a la recta final con excesivos apuros en cuanto a puntos. Por lo tanto Pepe Mel podrá mantener esa libertad para dar el protagonismo total a este grupo de futbolistas a los que no se les ha marcado ningún objetivo concreto ni demasiado ambicioso. Simplemente que jueguen como saben, que disfruten y que sigan creciendo en una categoría tan difícil como es la Segunda División. Todos los factores están del lado de Pejiño.