Albacete, vida extra

En Segunda División las oportunidades son limitadas y siempre que aparece alguna hay que aprovecharla al máximo. El Albacete tenía un cara o cruz el pasado lunes, por situación y por el rival al que se enfrentaba. Una derrota ante el Cartagena hubiera dejado al cuadro manchego a un distancia salvable pero psicológica a estas alturas de la temporada. Pero nada de eso porque el equipo de Menéndez fue capaz de sacar su mejor cara y llevarse los tres puntos. Un triunfo que venía acompañado de una vida extra.
Creer para ganar, ganar para creer
Esta máxima tan sencilla pero a su vez difícil de llevar a cabo se había convertido en un círculo vicioso para el Albacete. Y es que tras el empujón inicial que había logrado Menéndez el equipo había caído de nuevo en los mismos errores del pasado. Pero ninguno de ellos hizo acto de presencia en el duelo directo ante el Efesé.
En contra de los precedentes los manchegos salieron con Zozulia y Ortuño en el frente del ataque. Ninguno de los dos está siendo diferencial esta temporada con sus cifras pero la presencia de ambos pudo marcar las primeras diferencias. Lejos de amedrentarse, el técnico apostó por ir a buscar al rival lejos del área propia y la apuesta no pudo salir mejor.
Ya había dos variables a su favor y faltaba una tercera para completar la ecuación. Ese trabajo corrió a cargo de Dani Torres. El centrocampista cafetero, el último en llegar al vestuario del Carlos Belmonte pero con conocimiento de causa en estos lares, se erigió en el mejor jugador del encuentro y tuvo tiempo incluso de marcar el gol que sentenciaba el partido. Sacrificio defensivo, equilibrio en el centro y goleador excepcional. Difícil imaginar una forma mejor de cerrar el círculo.
Mientras hay vida, hay esperanza
De poder quedarse a cinco puntos de los puestos de permanencia a poder alcanzarlos con una victoria el próximo fin de semana. Así de diferente puede verse la película con un simple cambio de guión. Pero el Albacete no puede quedarse ahí porque la realidad ya le ha devuelto a su sitio en más de una ocasión. El mínimo exigible para los manchegos a partir de ahora será repetir la actuación de la pasada jornada.
Esta vez el resto de resultados también se alinearon a su favor pero la volatilidad en la zona baja de la clasificación es máxima. En este escenario hay algunos equipos que están ofreciendo más garantías que el Albacete desde hace varias semanas pero los puntos no han marcado tales diferencias. Ahora, con el Alba subido en la cresta de la ola, es el momento perfecto para poner la directa. Será prácticamente imposible no ver al Queso Mecánico sufrir hasta la última jornada pero podemos estar delante de un “ahora o nunca” para el equipo de Menéndez, más todavía después de que la competición le haya brindado esta vida extra con la que pocos contaban hasta hace un par de días.
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