La Ponferradina se ha ganado el título de “revelación” de la temporada 2020/21 en La Liga SmartBank, a base de juego y resultados. El conjunto de Bolo ha dado continuidad a las grandes sensaciones que ofreció en los dos primeros tercios de la pasada temporada, sólo que en la actual será complicado verles desplomados en el último tramo con el objetivo de eludir el descenso. Sin embargo, sí que comienza a dar signos de debilidad, a desinflarse en sensaciones aunque sobre todo en números. ¿Será miedo escénico? ¿Quizá la plantilla llega agotada al tramo final de campeonato?

No, el descenso no será una amenaza. Con 48 puntos, la salvación virtual está asegurada en un porcentaje realmente alto, cercano al 100%. En tal contexto, tras la victoria ante el Almería hace tres jornadas, era momento de dar un paso al frente y mostrar ambición y personalidad. Real Oviedo, Logroñés y Girona eran pruebas de fuego para consolidarse como un candidato real al playoff.

Ponferradina, orgullo del Bierzo

Llegaba el conjunto blanquiazul a ese punto acumulando cinco partidos sin conocer la derrota. Victorias ante Mirandés y la citada ante el Almería y empates frente a rivales directos como Rayo y Sporting; a ello se añade un pequeño pinchazo con las tablas ante el Cartagena. Con todo, se colocaba como gran alternativa al Rayo Vallecano para pelear por entrar al playoff y, por qué no, soñar con lo imposible.

Y ahí llegaba con orgullo, sin casualidades. Con la mayor causalidad de un fútbol rico en conceptos, en variables, alternativas y trabajo táctico. Apoyado en numerosas individualidades, aunque con el colectivo como piedra angular. Pese a la suma importancia del funcionamiento como grupo, es inevitable nombrar a jugadores como Paris Adot, Pascanu, Óscar Sielva, Pablo Valcarce o Yuri como principales nombres propios de una temporada excelsa, sin desmerecer a los demás. Siempre se dijo que una columna vertebral integrada por un futbolista capital por demarcación sobre el terreno de juego se podría considerar primordial para el éxito, y añadiendo a Caro en portería estos serían los nombres de la Ponfe.

Frenazo a las puertas de la gloria

Casualidad o no, Pascanu y Óscar Sielva se han ausentado en ese pequeño bache de los de El Bierzo. El primero por convocatoria internacional y el segundo por una inoportuna lesión en el sóleo que ha frenado una excepcional temporada tanto en cifras goleadoras como en mando sobre el verde. Al mediocentro aún le queda una semana más para volver y lo hará, si todo marcha según lo previsto, para ese último sprint en el que se decide lo importante en la categoría de plata.

Sielva, en acción | El Bierzo Noticias

Así que, efectivamente, la Ponfe ha frenado justo en el momento en que se podía afianzar como candidato serio al playoff. Pero a la vez, aún tiene margen de reacción para meterse de lleno en la lucha hasta el final. Esta vez sin presión, sin tener que certificar la permanencia porque ya la tiene alcanzada. Centrándose únicamente en la posibilidad de soñar. De sumergirse, sin presiones pero con la máxima ilusión, en un mundo desconocido aunque maravilloso. ¿Miedo escénico? No debería, porque nadie le exigirá algo a lo que nunca estuvo ni estará obligado. Sí notará el aliento de toda una región empujando con el poder de la esperanza y la fantasía. La de ver a la Deportiva en Primera. ¿Soñamos?