Real Oviedo, hay motivos para ilusionarse

El Real Oviedo inicia su séptima temporada consecutiva en la categoría de plata en una dinámica claramente descendente. De quedarse fuera del playoff por golaverage hace apenas 3 años a estar en la pomada de la zona baja estos últimos dos. Regresar a la zona noble de la categoría es el objetivo para la 21-22 y, al menos, en lo que a fichajes se refiere, la dirección deportiva encabezada por Rubén Reyes está armando un equipo competitivo para poder luchar por cotas más altas. Hay razones para ilusionarse con este equipo.
Revolución en la plantilla azul
El club carbayón perdió a la columna vertebral del curso anterior. Contaba con muchos cedidos que regresaron a sus equipos de origen. Es el caso de piezas tan importantes como Edgar González, Nahuel Leiva o Blanco Leschuk (estos dos últimos fueron los máximos anotadores del equipo con 6 y 7 goles respectivamente). Además no se consiguió renovar a otros futbolistas muy importantes como el capitán Sergio Tejera y el lateral Juanjo Nieto. El club también prescindió de jugadores como Carlos Hernández, Borja Valle, Rodri Ríos, Diegui y también el regreso de Gabriel Brazao a su club de origen.
Ante esta situación, el nuevo director deportivo, Rubén Reyes, afirmó en la rueda de prensa de su presentación que él lo veía como una gran oportunidad para implantar su sello en el equipo y poder crear “patrimonio de club”. Pretendía conseguir jugadores en propiedad, jóvenes y de rendimiento inmediato, que puedan aportar al club tanto en el presente como en el futuro. El objetivo parecía ambicioso pero por ahora lo está consiguiendo. Hay refuerzos en todas las líneas: en la portería llegó Tomeu Nadal (32) para competir por un puesto con Joan Femenías. La defensa es la línea que más modificaciones ha sufrido. Además de las salidas ya mencionadas, el club se ha hecho con los servicios del lateral francés Pierre Cornud (24), que fue de lo más destacado en el Sabadell; dos centrales de nivel como Dani Calvo (27), que acumuló más de 1500 minutos en primera la temporada pasada; y David Costas (26), en busca de recuperar el nivel que dio en su anterior etapa en el conjunto asturiano. Aun se espera por un lateral derecho, suena Dani Fernández (Badajoz). El Cuco contará con una defensa de garantías para afrontar la temporada.
El centro del campo es la zona más huérfana del equipo, y por ahora solo ha llegado Joni Montiel (22) en forma de cesión procedente del Rayo. El club confía en cerrar en los próximos días a Luismi, con el que ya tiene un acuerdo a la espera de que rescinda con el Elche. Si el mercado ofreciese alguna opción podría llegar otro interior. La zona ofensiva se ha reforzado muy bien con las llegada de Matheus Aias(24) en forma de cesión con opción de compra, y las llegadas en propiedad de Jirka (23) y Borja Bastón (28). En este último se han depositado grandes esperanzas. Desde el club son sabedores de la apuesta que están realizando por un delantero que no ha dado el rendimiento que se le espera en los últimos tiempos, pero confían en que Ziganda logre sacar la mejor versión del madrileño. Rubén Reyes también busca retocar la banda izquierda para encontrar un relevo de garantías para Borja Sánchez.
Cambio de sistema: un equipo en construcción
Ziganda ha querido darle una vuelta de tuerca al sistema, dejando atrás el 4-4-2 o 4-2-3-1 habitual con el que lleva jugando desde su llegada al Oviedo, en busca de un estilo más asociativo y de mayor control del balón. Durante la mayor parte de la pretemporada ha estado probando un 4-3-3 con Jimmy como pivote acompañado de dos interiores de buen pie. Una de las grandes novedades es la reconversión de Marco Sangalli. El guipuzcoano siempre se ha caracterizado por su polivalencia, actuando principalmente de extremo pero también de lateral o carrilero si la situación lo requería. Ahora, Ziganda le prueba como interior. Su gran capacidad de asociación, llegada y recorrido le avalan.
Parece que es el esquema con el que los azules comenzarán la liga, aunque la falta de adaptación de los nuevos fichajes podría provocar que se utilizasen otros sistemas como el 4-4-2 o incluso defensa de cinco. Y es el que el gran handicap del Oviedo reside aquí. A Ziganda no le agrada la idea de incluir rápidamente a los nuevos, y Rubén Reyes ya advirtió de que no tendría prisa a la hora de fichar. Pocos de los nuevos fichajes saldrán de inicio el próximo domingo. Los que más opciones tienen son los que han realizado la mayor parte de la pretemporada en el Requexón, por eso los últimos en llegar como Borja Bastón, Tomeu y Dani Calvo, que a priori se espera que acaben siendo titulares, parten en desventaja.
532 días después la afición volverá al Tartiere
El Carlos Tartiere se viste de gala para recibir a su gente tras una larga espera, con la novedad de los asientos en azul, que fueron pintados durante el curso anterior, y que hasta ahora no se habían podido utilizar.
Muchas cosas han cambiado desde la última vez que la afición carbayona cantó el último gol. Un penalti transformado por Rodri Ríos en los últimos compases otorgó una victoria balsámica para seguir en la lucha por la permanencia. Nadie se imaginaba que habría una pandemia de por medio que impediría animar al equipo desde la grada. Ahora, 532 días después, Rodri ya no está en el equipo y el Oviedo aspira a no volver a luchar por esos objetivos.
No hace muchos años, aquel Oviedo que luchaba por entrar en playoff, consiguió hacer del Tartiere un fortín. La grada rugía y llevaba al equipo en volandas hacia la victoria. Son muchos los jugadores y entrenadores que alababan la figura de la afición asturiana, que conseguía que pocos equipos lograsen puntuar en el campo azul. Recuperar esa consistencia como local se antoja clave para luchar por estar en la zona alta.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.