Alcorcón, guerra y paz

Santo Domingo vuelve al punto de partida. Parece una afirmación negativa, pero es todo lo contrario y más aún si se hace balance del último curso protagonizado por el Alcorcón. Los alfareros atravesaron y superaron todos los problemas imaginables para mantenerse como el club que suma más temporadas consecutivas en la categoría con un total de doce. ¿Quién lo hubiera imaginado después del mítico primer ascenso al fútbol profesional que este periplo seguiría muy vivo más de una década después? Probablemente pocos, pero son aquellos que han estado siempre cerca de su equipo, en los mejores momentos pero también en los peores. En ocasiones hubo guerra, en otras hubo paz y ahora ambas forman una combinación enigmática de cara al curso que empieza.
Anquela logró lo impensable
Nos tenemos que ir hasta la jornada 11 de la liga pasada para descubrir a un Alcorcón colista de Segunda División. Aquel equipo acumulaba nueve derrotas consecutivas y había sido azotado por un brote de positivos por Covid. Es algo que no se suele hacer en esta categoría pero muchos empezaron a enterrar a los alfareros con tres cuartas partes del campeonato aún por disputarse. La realidad es que no iban nada desencaminados pero no contaban con que el factor Anquela iba a retumbar tan fuerte desde su llegada al vestuario.
El técnico e hijo pródigo del club y de la ciudad se encargó de reactivar a un equipo tocado y a una afición desencantada. Los resultados no fueron inmediatos pero el camino de la esperanza empezó a despejarse. Aún así se tuvo que llegar al último partido ante un Espanyol que se jugaba el campeonato para poder respirar viendo como había cinco equipos por debajo en la clasificación.

El Alcorcón confirmó la permanencia en la última jornada gracias a su victoria ante el Espanyol | Foto: AD Alcorcón
Una temporada que se podría catalogar como mala viendo la herencia que dejó Fran Fernández un año antes pero que terminó con más sonrisas que lágrimas. Se podría decir que los alfareros tuvieron que luchar a muerte para buscar y encontrar esa paz final.
Verano relajado en las oficinas
Y esa sensación de tranquilidad, a diferencia de otros años, se ha trasladado a los meses de preparación de cara a la nueva temporada. No ha habido ninguna revolución en el equipo pese a que el rendimiento global dejaba la puerta abierta a una remodelación profunda en materia de fichajes. Fichajes, los justos, y salidas, las necesarias o las obligadas por contrato. Anquela confiaba en el bloque que alcanzó la salvación y solo ha requerido de algunos retoques dentro del grupo.
El único momento donde apareció el conflicto fue, curiosamente, con el no-fichaje de Zozulia. El técnico había pedido un delantero para reforzar el potencial goleador y el ucraniano era el elegido. Todos sabemos lo que ocurrió y finalmente la operación se rompió cuando todos los cabos parecían atados. Días más tarde llegaba Raúl Asencio para, esta vez sí, cumplir el deseo de Anquela.

Asier Córdoba, José Aurelio Suárez y Juan Hernández, tres de los fichajes del Alcorcón | Foto: AD Alcorcón
Antes ya lo habían hecho Carlos Hernández, Juan Hernández, Asier Córdoba, José Aurelio Suárez, Gorosito, Abdel Al Badaoui y David Forniés para un total de ocho caras nuevas. Nunca se puede dar el mercado por cerrado en esta categoría pero el Alcorcón aparece con los deberes muy encarrilados a tres semanas de la hora límite.
Pretemporada ilusionante
Sin lesiones importantes que lamentar y con solo dos lunares en forma de derrotas (la primera al inicio y la segunda al final), la preparación alfarera puede catalogarse como prometedora de cara al debut liguero en un feudo tan temido como es El Toralín. La Ponferradina probablemente no sea el mejor cliente para romper el hielo en la nueva temporada pero los alfareros han demostrado capacidad para encontrar rápidamente su punto óptimo.

Alineación titular del Alcorcón su partido de pretemporada frente al Ibiza | Foto: AD Alcorcón
Contar con Dani Jiménez bajo palos es un lujo que no todos los equipos tienen, la vieja guardia liderada por Laure, David Fernández o Bellvís sigue empeñada en ser muy protagonista y por último los Arribas, Juanma Bravo o Ernesto están con las energías renovadas y buscarán ser de nuevo diferenciales.
Al igual que los once anteriores, no será un curso fácil en Santo Domingo. La primera asignatura a superar llegará desde un principio y será no volver a caer al pozo desde el inicio de la competición. Para conseguirlo el plan parece claro: ir con todo a la guerra para encontrar la paz en forma de tiempo y margen para pensar en algo más que alcanzar la mágica cifra de los 50 puntos.
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