Málaga, los finales felices existen

Tres años han pasado que los boquerones zarparon las aguas de Primera División por última vez. Tres años han pasado desde que la categoría de plata decidió tender los brazos al Málaga CF, un equipo que en la última década ha tenido que aprender a convivir bajo la sombría figura de un jeque, y luchar contra viento y marea para tratar de recortar una deuda económica que parece haber alcanzado unos niveles insostenibles. Pero, con el paso del tiempo, desde La Rosaleda comienzan a divisar la luz final del túnel. Y esa luz brilla cada vez con mayor intensidad. El Málaga afronta la nueva campaña con esperanzas renovadas, pero sobre todo, rebosante de ilusión.
Un equipo que invita a soñar
Gran culpa de este éxtasis que se vive en Málaga es de la dirección deportiva, encabezada por Manolo Gaspar, quien está cumpliendo con creces en la siempre ardua tarea de confeccionar una plantilla que consiga reenganchar al aficionado blanquiazul. El paleño ha llevado a cabo una magnífica gestión que le ha permitido dotar de un notable salto de calidad a la plantilla, a base de la optimización de recursos. Primero, centró sus esfuerzos en la búsqueda de un nuevo entrenador que liderara el proyecto. Y no tardó en localizar el hombre idóneo para ocupar el cargo: José Alberto.
Un técnico joven y con mucha proyección que viene a Málaga con el firme propósito de mejorar los números cosechados por Sergio Pellicer la temporada anterior. Pero el entrenador asturiano no llegará sólo. Hasta siete futbolistas han aterrizado en la Costa del Sol durante este mercado de fichajes, ya sea a coste cero o mediante una cesión. Para aumentar la competencia en la portería llega Dani Martín desde el Real Betis. El joven guardameta gijonés tratará de disputarle la titularidad a su paisano, Dani Barrio, quien a día de hoy parece inamovible. La línea defensiva también ha sufrido modificaciones. El francés Mathieu Peybernes desembarca desde Almería para reforzar la posición de central, mientras que Javi Jiménez retorna a la que fuera su casa durante una temporada para apuntalar el flanco izquierdo. Aunque su presencia en el once no estará garantizada cada jornada. El recién llegado Brian Cufré no le pondrá las cosas nada fáciles.
En la sala de máquinas el equipo volverá a contar con Jozabed, centrocampista que actuó la temporada pasada como cedido desde el Celta de Vigo, y que ahora es adquirido a título definitivo. Pero no ha sido el único. Ismael Gutiérrez llega cedido por parte del Atlético de Madrid, aunque los andaluces se han guardado una opción de compra que podrán ejercer al final de la temporada. Genaro Rodríguez también se enfundará la elástica boquerona, tras poner fin a su etapa en Miranda de Ebro para reencontrarse con José Alberto. La parcela ofensiva era una posición donde la contratación de efectivos se antojaba más que necesaria. Y es que la falta de gol es algo que viene lastrando al equipo andaluz en las últimas campañas. Brandon Thomas ha sido el hombre elegido para la punta de ataque. El mallorquín sumará su quinta experiencia en La Liga Smartbank tras haber pasado por otros clásicos de la categoría como el propio Mallorca, Osasuna, Girona y Leganés. Otro que también se suma al proyecto del Málaga es el talentoso futbolista cántabro Paulino de la Fuente, quien ya dejó destellos de su calidad la pasada campaña en las filas de la UD Logroñés. Pero parece que estos futbolistas no serán los únicos en llegar. Aún se esperan movimientos en la plantilla.
«No están las puertas cerradas para entrar o salir» aseveró Manolo Gaspar durante la presentación de Dani Martín
El paleño aún rastrea el mercado en busca de un nuevo delantero, demarcación que el equipo necesita reforzar ante la falta de especialistas. Han sonado muchos nombres, pero ninguno ha llegado a cristalizar. La dirección deportiva apurará hasta el último día para crear un equipo competitivo que pueda mantenerse en la zona noble de la tabla, e incluso luchar por un hipotético ascenso a final de temporada. Este Málaga invita a soñar.
Juventud, divino tesoro
La delicada situación económica que acarrea el Málaga se ha convertido, temporada tras temporada, en el gran escollo de la dirección deportiva para montar una plantilla ambiciosa cada mercado de fichajes. Las severas restricciones en cuanto al límite salarial han puesto al equipo en apuros en más de una ocasión. Pero, como se suele decir, no hay mal que por bien no venga, y esta maltrecha situación le ha permitido al Málaga descubrir a uno de sus mayores tesoros: la cantera. Una prolífica fábrica de talento que vale su peso en oro. Muchos han sido los futbolistas que comenzaron a echar sus primeras raíces en Martiricos, para después emigrar hacia otros equipos donde terminaron de consolidarse en la élite como auténticas estrellas. Ahora, desde tierras malacitanas están presenciando la irrupción en el equipo de una brillante generación de futbolistas. Cuando comienzan a fallar las fuerzas, son ellos los que tiran del carro. Y más importante aún, han devuelto la sonrisa al aficionado blanquiazul.

Foto: Málaga Hoy
Canteranos como Luis Muñoz, Juande, Ismael Casas, Ramón o Hicham se han consolidado en la primera plantilla, conformando la columna vertebral del equipo. También comienzan a deslumbrar algunos chicos del Atlético Malagueño que prometen tener protagonismo esta temporada. David Larrubia, Kevin, Alberto Quintana o Julito Martínez son algunos de los nombres a tener en cuenta. Bajo las órdenes de José Alberto, los chicos encontrarán el lugar ideal para desarrollar su juego y demostrar todo su potencial. Y es que el asturiano es un excelente gestor de joven talento. Como entrenador del Real Sporting B, mostró a los guajes el camino del ascenso a Segunda División B, y en la siguiente campaña, estuvo a punto de subir a la categoría de plata, pero su equipo cayó en la fase de play-off. La temporada pasada dirigió al CD Mirandés, una plantilla cuya media de edad se situaba con veinticuatro años como la más joven de la categoría junto a la del Almería. Aún así, José Alberto dejó muy buenas sensaciones en Anduva, donde consiguió guiar al equipo hasta un meritorio duodécimo puesto. Ahora, al frente del Málaga, tratará de aplicar el mismo procedimiento que tan buenos resultados le ha dado a lo largo de los años. Los jóvenes están de enhorabuena. Los focos apuntan a la cantera.
Inicio prometedor de campaña
Cuando Manolo Gaspar decidió ceder los mandos de la nave blanquiazul a José Alberto, sabía perfectamente lo que hacía. El ejecutivo malacitano es un gran conocedor de las aptitudes del asturiano, por lo que no titubeó ni un segundo a la hora de confiar en él para dirigir al equipo de sus amores. Y el tiempo ha terminado por darle la razón. El balance de la pretemporada ha dejado dos victorias (Vélez CF y Sevilla Atlético), un empate ante la UD Almería, y tres derrotas (AD Alcorcón, Granada CF y CD Tenerife). A pesar de que se han cosechado más tropiezos que triunfos, las sensaciones transmitidas son más que positivas. Y es que a medida que ha avanzado el transcurso de los encuentros, se ha percibido una favorable progresión del equipo. La metodología de José Alberto ha comenzado a carburar. Bajo la premisa del clásico 4-2-3-1 que caracteriza a los equipos del preparador asturiano, el Málaga se ha convertido en un equipo dominador en la posesión y protagonista en ataque. Una de sus especialidades como es la presión alta en campo contrario ya comienza a dar sus frutos, mientras que la profundidad por banda se está posicionando como una de sus armas más poderosas, donde futbolistas como Paulino o el canterano Kevin han brillado con luz propia.
Especialmente inspirado también ha estado el joven David Larrubia como enganche, posición que juega un papel fundamental en los esquemas de José Alberto. Pero el flamante entrenador aún debe corregir un par de aspectos que ,durante los partidos de pretemporada, le ha causado más de un disgusto al equipo. Hablamos del repliegue en zona defensiva y la falta de contundencia atrás, lo que se ha traducido en numerosas pérdidas de balón y goles encajados. Aún así, el equipo tiene mucho margen de mejora. La eficacia del trabajo diario será la clave del éxito.
«Acabamos reventados. Le da mucha intensidad y se nota. Al final es lo que quiere, que seamos un equipo tenso, muy agresivo y que no paremos de correr» decía uno de los capitanes del equipo, Alberto Escassi, en una entrevista concedida a Málaga Hoy cuando le preguntaban sobre los entrenamientos del entrenador ovetense.
La primera prueba de fuego del equipo andaluz será ante el CD Mirandés, curiosamente, el equipo que entrenó José Alberto la pasada temporada. Capricho del destino. La Rosaleda es el escenario elegido para acoger el encuentro, por lo que los blanquiazules contarán con el aliciente de su afición. Todo está listo para dar el pistoletazo de salida a una nueva era. El Málaga de José Alberto ya ha echado a rodar.
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