Real Valladolid: los que entran por los que salen

El Real Valladolid ha tratado de configurar un equipo con una columna vertebral basada en el conjunto del año pasado, pero reforzando ciertas posiciones con perfiles en los que apostar, así como con jugadores que hayan supuesto una oportunidad clara en el mercado. En un periodo de fichajes algo loco en sus últimos días, en el que la mayoría de equipos han esperado oportunidades hasta el último suspiro, el Real Valladolid ha tratado de hacer los deberes en plazo, atendiendo, primero, a las necesidades deportivas desde una mirada práctica: Una salida, una entrada. El clásico y manido refrán de “las gallinas que entran por las que salen”.
Es así que los dos primeros fichajes fueron veloces, anticipando lo que el equipo iba a ir necesitando sabiendo de la más que probable salida de Marcos André en dirección a Valencia y de la ya confirmada baja de Waldo, cedido al Círculo de Brujas. Un extremo y un delantero, por tanto, debían llegar casi al comienzo del mercado. Los elegidos fueron Hugo Vallejo y Cristo González. El mercado desaceleró en un tiempo, permitiendo sólo que varios nombres salieran a la palestra como rumores, más o menos creíbles, hasta que en los últimos días se desbloquearon las operaciones de Diogo Queirós y Gonzalo Plata, para dejar, en el tramo más cercano al “deadline” la firma de Sergio León. Cinco entradas que tratan de responder a las necesidades que Pacheta y Fran Sánchez vieron en la plantilla, relevando las salidas de Guardiola y Sekou Gassama y reforzando la zona defensiva, con un dibujo que exige más piezas de reemplazo.
Hugo Vallejo
Procedente del Real Madrid Castilla, Vallejo es un jugador de 21 años (generación 2000) nacido en Granada, que ha realizado su periodo formativo entre el Granada y el Málaga, pero que hace dos temporadas se integró en la Fábrica para formar parte del segundo equipo del Real Madrid. En el invierno de 2020 fue cedido al Deportivo de La Coruña, donde jugó hasta el verano de ese mismo año. Ahora, llega en propiedad al Real Valladolid, con contrato hasta 2024.
Su progresión ha dejado ver que se trata de un extremo hábil, regateador, con facilidad para buscar salida en jugadas embarulladas y con la mirada puesta siempre en campo contrario. Vertical y veloz, Hugo Vallejo se ha destapado como un extremo muy útil en banda izquierda, aunque juega cómodo en ambas. Siendo diestro, situarse en banda zurda le permite buscar la diagonal o enfocarse en la interacción con jugadores de la zona de tres cuartos, así como buscar portería rival para finalizar o dar último pase. En banda diestra es un extremo más típico, encarador, con tendencia a buscar la profundidad, llegar a línea de fondo y tratar de poner el centro, un rol en el que ha destacado claramente en menor medida y en el que se siente algo menos protagonista. Además, ha llegado a jugar como carrilero, pudiendo servirse de la robustez de una línea de tres para dar protagonismo a su juego ofensivo y dar ayuda en caso de ser necesario. Sin embargo, es un rol nada integrado en su fútbol, más para ser usado como un recurso que para esperar regularidad.
Dentro del sistema, Vallejo parece encajar como jugador ofensivo en cualquiera de las bandas, dando opciones a Pacheta para conformar un 1-3-4-3 en momentos del partido, jugando con extremos, o bien situarlo como jugador de banda en el carril zurdo, donde Olaza (teórico titular) tiene menos presencia ofensiva y donde el propio Hugo Vallejo puede ser determinante limitando la necesidad de pedirle contribución defensiva (necesidades específicas del partido).
Cristo González
Cristo es un jugador canario de 23 años (generación 1997), nacido en Santa Cruz de Tenerife, que ha llegado procedente de Udinese. Formado en el fútbol base del Tenerife, su paso por el Castilla le hizo ganarse las miradas del conjunto italiano, llegando a la entidad de Udine el verano del 2019 y encadenando, desde ese momento, diversas cesiones en España, primero en el Huesca y más tarde en el Mirandés, siendo esta última su etapa de mayor éxito. Ahora, llega cedido al Real Valladolid hasta junio de 2022.
Jugador que basa su fútbol en el ataque, jugando como delantero centro. Si bien es cierto que ha jugado varias etapas de su carrera como único atacante, sus características de juego parecen definir su rol en el de un segundo delantero, acompañado de otro atacante que pueda ser la referencia posicional. Sus habilidades le permiten gravitar en torno a ese acompañante para ser mucho más móvil y aprovechando las oportunidades surgidas para asistir, generar los espacios al compañero o finalizar. Jugador hábil en la conducción y el regate, su rendimiento parece anticipar un salto en su nivel de juego que no acaba de llegar, lo que le permitiría crecer futbolísticamente y, sobre todo, en contribución ofensiva.
Dentro del sistema, parece encajar a la perfección con la idea de Pacheta de jugar con dos perfiles de ataque dependiendo del rival o de la situación, como apoyo durante el encuentro o partiendo desde el inicio, sacrificando una de las posiciones de los enganches (pasar de un 1-3-4-2-1 al 1-3-4-1-2). Junto a Weissman parece ganar sentido su fichaje, al hilo de lo que había sido el rol de Marcos André y entendiendo que al israelí también le beneficia ese rol al lado.
Gonzalo Plata
Ecuatoriano, de apenas veinte años (generación 2000), Gonzalo Plata es uno de los futbolistas con más proyección de su país, acumulando ya, a pesar de su corta edad, un recorrido notable como jugador de la selección absoluta. Dentro de esa realidad, su paso por el fútbol de clubes parte de la cantera de Independiente del Valle, del que salió en 2019 para recalar en las categorías inferiores del Sporting CP, donde ha desarrollado los últimos dos años de su carrera, compaginando el filial con el primer equipo y asentándose de manera regular en las convocatorias de Amorim en los últimos tiempos. A pesar de esa presencia, su contribución fue mínima, taponado por el talento y la edad de muchos de los jugadores clave de Sporting CP. De ahí que su salida rumbo a Valladolid, cedido con opción de compra hasta junio de 2022, se haya visto con buenos ojos desde todas las partes.
Extraordinario regateador, el juego de Plata reside en su habilidad conduciendo el esférico y en la agilidad y rapidez de sus movimientos. Jugador veloz, con buena zancada y con un dominio excelente de los espacios, significa un aporte notable a la hora de conseguir superioridades uno contra uno. Plata es zurdo, con una tendencia muy marcada de jugar a pie cambiado, lo que favorece que, desde la banda diestra, pueda trazar una diagonal desde su posición hacia portería, sirviéndose de regates, quiebros y cambios de velocidad. No es un jugador de excesivo nivel a la hora de relacionarse, pero es correcto en la entrega. Vertical y confiado en cuanto a las opciones que le da su punta de velocidad y su dribbling, Plata es un arma ofensiva interesante, que sin embargo se implica poco en defensa y que transita siempre zonas cercanas al pico del área, buscando el pase definitivo o el disparo.
Dentro del sistema del Real Valladolid, Gonzalo Plata parece un recurso distinto a lo que ya tiene Pacheta. Jugador confiado, individual y que tiene la capacidad de generar superioridades mediante sus habilidades. En zona de tres cuartos, en la posición ocupada por los interiores ofensivos (Plano y Toni), puede ser recurso, así como ser extremo diestro en un posible 1-3-4-3.
Diogo Queirós
Este futbolista, nacido en Matosinhos hace 22 años (generación 1999), representa una parte esencial de la prometedora nueva generación de jugadores portugueses, siendo parte de esa camada finalista de la Eurocopa U21 de 2019, de la que además de ser parte fundamental era el capitán. Surgido en Leixões, su periodo formativo pasó por todas las categorías del Porto, donde fue quemando etapas para formar parte activa del primer equipo en 2019. Taponado por el nivel de los titulares del equipo luso, ese mismo verano debió buscar un lugar donde poder seguir su progresión, cedido en el Royal Mouscron belga, donde pasó un año antes de volver a Porto y decidir, finalmente, salir en dirección Famalicão, donde jugaría desde octubre de 2020 con excelentes resultados. Su cesión al Real Valladolid hasta junio de 2022 sorprende a propios y extraños, pues, a pesar de ser un salto cualitativo pasar a liga española, su rol y progresión en Famalicão empezaba a ser incuestionable.
Defensa central diestro, de garantías a la hora de sacar el balón jugado, Diogo Queirós responde al clásico central moderno, capaz de relacionarse con corrección a nivel de pase, pero conservando ciertos matices defensivos esenciales. Su altura y constitución le dan además un plus a la hora de rivalizar físicamente, convirtiendo su fútbol en un excelente ejemplo de manejo de diferentes características defensivas. Seguro y confiado en exceso en ocasiones, su punto de mejora claramente reside en la concentración, siendo un jugador que necesita de metros a la espalda para conseguir sus mejores prestaciones. Tiene experiencia jugando en línea de tres (Famalicão) o en línea de cuatro (Portugal U21), pudiendo ser parte importante en cualquiera de ellas.
Dentro de los planes de Pacheta, con la casi confirmada decisión de encarar la temporada con defensa de tres centrales más carrileros, era necesario tener un perfil de central que tenga la capacidad de suponer una realidad competitiva a los teóricos titulares además de poder cubrir con garantías la baja de cualquiera de ellos. Acostumbrado a jugar en una línea de tres, bien en alguno de los perfiles laterales o como pieza central, Queirós parece ser un jugador que se sentiría cómodo fácilmente en la defensa del Valladolid en esta temporada.
Sergio León
De todos los firmados por la dirección deportiva del Real Valladolid, Sergio León, natural de La Palma del Río, es el más experimentado. A sus 32 años (generación 1989), el delantero centro cordobés afronta otra temporada en el segundo nivel del fútbol español, después de haber pasado por las categorías inferiores del Betis, para recalar más tarde en Reus, Elche, Real Murcia, Llagostera y Osasuna antes de volver de nuevo a la capital sevillana con el conjunto verdiblanco. Su última etapa en el Levante, con poca participación, dejó la sensación de que con pocos minutos es capaz de ser una figura interesante como recurso, siendo un delantero experimentado en la categoría.
Delantero centro muy marcado y posicional, con el pasar de los años se ha convertido en un elemento menos móvil y más enfocado a la lectura de los espacios en área contraria. Su remate es su mejor arma y su capacidad para crear huecos entre los centrales un recurso valioso en partidos donde se necesite ese uso más tradicional del delantero centro. Fuerte físicamente a pesar de su corta altura (1.76 m), Sergio León parece un recurso del que poder sacar rendimiento en minutos donde haga falta una referencia clara en ataque.
Dado el contexto de juego de Pacheta con este Real Valladolid, parece claro que Weissman es una figura clave en el once desde el minuto uno. En ese sentido, poder rodearlo de jugadores que alimenten esa importancia parece clave, así como tener la posibilidad de relevarlo con ciertas garantías en caso de necesidad. Si bien Cristo parte como teórico segundo delantero, la opción de alinear a dos puntas abre la puerta a un Sergio León que respondería bien a ese rol de delantero referencia, más posicional, en torno al cual poder actuar.
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