Paris Adot, el rugido de Ponferrada

Un rugido retumbó en Ponferrada el pasado domingo. Un bramido enérgico, intenso. Desde El Toralín emergió la fuerza del sonido procedente de los pulmones infatigables de Paris Adot. El incansable lateral es el icono representativo del fútbol intenso que la Ponferradina de Jon Pérez Bolo está generando en este inicio de temporada arrollador en el que nada ni nadie detiene el vendaval de El Bierzo.
El lateral derecho navarro ha llegado de forma tardía al fútbol profesional, aunque desde ese primer día en que pisó la Segunda División ha ido dejando su marca, su sello. El de un futbolista de derroche, de compromiso. Garantía de trabajo, seguro de plena cobertura ante el colectivo. Desde Miranda al Cielo y, una vez allí, regularidad para afianzar el camino recorrido.
Paris, rendimiento constante
Y es que el de Pamplona lleva atado al cuello el pañuelo del músculo. Un auténtico toro desbocado, infranqueable ante las embestidas rivales; impulsivo e infatigable en sus incorporaciones ofensivas. No es Adot un asiduo en esas labores de incorporación al ataque, aunque sí que se trata de un jugador inteligente a la hora de escoger el momento adecuado para prodigarse. En un inicio de temporada en el que su participación se está dando de manera progresiva, recuperó la titularidad ante la UD Almería y al nivel mostrado será difícil volver a verle relegado al banquillo.
Porque Paris Adot es el adalid del rendimiento constante, del notable como nota media en su evaluación continua. Es improbable verle bajar de ese tono elevado en el que todo lo ejecuta con criterio, con el rigor táctico y la solidaridad en el esfuerzo como características definitorias. José Carlos Lazo apenas apareció en el encuentro a la sombra de su pareja de baile mientras que el extremo gaditano y Sergio Akieme sufrieron de lo lindo cada vez que el lateral del conjunto berciano decidía emerger aprovechando los espacios generados por sus compañeros en el extremo. Así, no sólo terminó siendo el héroe con un golazo a pierna cambiada, sino que ya antes había logrado batir a Fernando tras sorprender a toda la defensa rojiblanca en llegada hasta línea de fondo.
Un representante fiel del fútbol de Bolo
Fue un partido excelso, aunque a los que vengan siguiendo las evoluciones de Paris no les habrá pillado por sorpresa. Porque efectivamente es la tónica habitual en este futbolista de pequeña estatura aunque de gran dimensión. El grito ensordecedor que emanó de su garganta tras anotar el gol de la victoria es la expresión del carácter competitivo y ganador de un futbolista de raza y alma. La intensidad en estado puro para un equipo que, precisamente, tiene como seña de identidad el trabajo y el compromiso, con el colectivo predominando sobre lo individual.
Este es Paris Adot y esta es la SD Ponferradina de Jon Pérez Bolo. Un equipo que carbura al ritmo de El Toralín, un estadio que ejerce como un jugador más en cada representación futbolística de su equipo en un feudo inexpugnable cuando su gente empuja. Así que ahora que el foco alumbra de lleno A El Bierzo, no lo desenfoquen. Sigan disfrutando del fútbol puro y de esencia que nos regalan este equipo y estos jugadores en un tiempo de desarraigo futbolístico. Pureza de valor incalculable.
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