Yuri, de otro planeta

Sólo vemos lo que él quiere que veamos. Aún no habéis comprendido a que os enfrentáis, es decir, a un organismo inigualable. Su perfección estructural soló está igualada a su hostilidad con la portería y cada jornada aterriza en los estadios de Segunda División para aleccionar a los seres terrenales que habitan en nuestro planeta. Su lugar de nacimiento es Maceió, pero algunos aseguran que no pertenece a este planeta, ni siquiera al mismo sistema solar. Él es Yuri de Souza Fonseca y os aseguro que no os conviene enfrentaros a él sobre el verde.
Yo admiro su pureza. Es un superviviente al que no afecta la conciencia, los remordimientos ni las fantasías de moralidad. Es un depredador y en Valladolid ya saben a qué me refiero. Después de un inicio excepcional, Yuri volvió a zarandear a uno de sus juguetes favoritos con un doblete en la segunda mitad. Tras una jugada de otro planeta, el E.T. berciano volvió a sacar de su nave espacial un regate de fantasía para fulminar a placer a Roberto. No contento con ello, colocó su asteroide favorito sobre los 11 metros de El Toralín y con una sutileza marciana puso el empate en un luminoso que conoce a las perfección.
El extraterrestre sin edad
Hace ya 11 años que el brasileño entró en la órbita terrestre de la comarca. Desde entonces aglutina 173 dianas con el conjunto blanquiazul, 98 de ellos en la categoría de plata. Además, sus amplias funciones telepáticas le han brindado la oportunidad de regalar 18 asistencias bajo la atmósfera berciana.
Tiene 39 años, o eso dicen. Pero lo que está claro es que su organismo no envejece con el paso del tiempo. 11 tantos en la 20/21, 18 goles hace dos temporadas, 19 en la 18/19 y 20 goles en la 17/18. En total, más de 70 sonidos a la red en 4 temporadas y ocho duelos. Sin duda, una raza muy lejana a la nuestra con unos números intergalácticos tan sólo al alcance de unos pocos virtuosos de este deporte.
Asimismo, les dije que esta criatura era más sofisticada que cualquiera de nosotros. Y sus sueños no iban a ser menos. El puede prever el futuro y lo tiene claro: jugar con la Ponferradina en Primera División. Cada vez que observa una estrella fugaz pide un deseo y el suyo es ese. Sin embargo, para ello necesita la ayuda de varios seres humanos de altura. Naranjo, Ojeda, Espiau o el recién llegado Enrich, serán sus asteroides de confianza para lograr un objetivo que no parece descabellado teniendo al marciano del gol en la plantilla.
Un hijo adoptivo de otra galaxia
Extraterrestre es un ser que viene de fuera de la Tierra, como la vida en un planeta distante, el material de hierro-níquel de Marte o incluso el Sol. Esta palabra hace al ser humano pensar en una figura verde con antenas que viene a nuestro planeta a atemorizarnos. No obstante, el Bierzo no entiende de colores, razas o procedencias. La tierra blanquiazul le ha adoptado sin mirar su lugar de origen. Después de más de 10 años pisando los maravillosos parajes verdes de la comarca, el Ayuntamiento ha decidido nombrarle como hijo de cada pueblo que conforma un lugar único. Sus lágrimas cristalinas cuando le entregaban el galardón dejan claro que no importa el origen ni el principio de la vida, sino el sitio donde creces y consigues la felicidad plena.
Y como bien dice Guille Giménez, él lo sabe, sabe que hay vida en otros planetas y Yuri ha decidido quedarse en el nuestro para sembrar la felicidad a todo aquel que tenga el privilegio de observarle vestido de corto.
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