Borja Van Bastón, la máquina del gol

Real Oviedo y Borja Bastón. Borja Bastón y Real Oviedo. Una sociedad que se hizo realidad el pasado verano y que ya está dando sus frutos. La unión les convenía a ambos. Por un lado, al delantero madrileño que, tras varios años muy por debajo de su nivel, quería reivindicarse y demostrar que aún le queda cuerda para rato; y, por otro, al Oviedo, porque necesita jugadores del nivel de Borja para regresar a la máxima categoría.
Un pasado que no cae en el olvido; un futuro que espera ser recordado
18 goles en Primera no se marcan por casualidad. Tampoco 23 en Segunda. Bastón los logró hace muchas temporadas, concretamente en la 14/15 y en la 15-16, cuando jugaba para el Real Zaragoza y el Eibar, respectivamente. Desde entonces, solo se vio una sombra de aquel delantero que había deslumbrado a todos. Borja inició una nueva aventura en Inglaterra, de la mano del Swansea, que no salió nada bien. Después, Málaga, Alavés, Aston Villa y Leganés se unieron a su trayectoria. Entre todos, anotó 19 goles (incluyendo seis en la Championship inglesa) en cinco temporadas, números muy pobres para un delantero tan cotizado como él.
Su carrera, en declive, parecía abocada a seguir así, sin rumbo. Pero Rubén Reyes se fijó en él desde su llegada a Oviedo. Fue su primera opción para la delantera y luchó por él hasta el final, consiguiéndole en agosto. La jugada no pudo salirle mejor. Y es que a día de hoy es el pichichi de la categoría de plata con siete tantos (igualado con Rubén Castro, Umar Sadiq, Stoichkov y Stuani) y está siendo una pieza clave en el buen hacer del conjunto carbayón.

Borja Bastón tras dar el gol de la victoria en El Toralín
Si se comparan sus números actuales con sus mejores cifras del pasado, se observa que, en la jornada catorce con el Zaragoza llevaba dos goles más que esta campaña (9), mientras que con el Eibar (ya en Primera) llevaba los mismos goles que ahora (7). La estadística hace pensar que si sigue con esta proyección pueda repetir las cifras de esos años tan exitosos que le auparon como uno de los mejores delanteros del panorama nacional.
La importancia de sus goles
Además de anotar, si analizamos sus tantos, todos han sido vitales y siempre tienen un elemento en común: aparecen cuando peor está el equipo. Ninguno ha sido intrascendente. No es casualidad que si nos fijamos en las cuatro victorias del equipo asturiano, en todas ha marcado Bastón. Los dos primeros sirvieron para abrir la lata en el El Alcoraz y frente al Cartagena, dejando atrás un mal inicio de temporada. Tras una pequeña sequía, se reencontró con el gol en el Reale Arena saliendo desde el banquillo a los treinta segundos para anotar el gol del empate. Y desde entonces una racha brillante que le ha llevado a copar el puesto más alto en la tabla de goleadores. Anotó en la derrota ante el Burgos, su único gol que no significó puntos. Y cuando más discutido estaba el equipo y Ziganda, apareció él para darle los tres puntos “in extremis” en Ponferrada y transformarse en héroe con un doblete para batir al Málaga. Salvó al técnico navarro de una más que posible destitución y alzó al equipo a posiciones más altas.

La imagen del gol en el 90´frente al Málaga.
No solo marca goles, el “9” azul es un jugador clave en el ataque por su buen juego de espaldas y su poderío aéreo. Todo el trabajo sucio que hacen los delanteros lo realiza a la perfección y se compenetra muy bien con su compañero de ataque, Obeng. Juntos forman la pareja ofensiva más goleadora del campeonato. De sus tantos dependen muchas de las aspiraciones del conjunto azul esta temporada.
Una historia que no es nueva en el Tartiere
El Oviedo se está erigiendo como un destino ideal para retomar carreras olvidadas. Varios jugadores de ataque consiguieron mostrar su mejor versión en el Carlos Tartiere cuando pocos pensaban que podrían volver a hacerlo. Uno de los casos más notables comparte, además de la posición, muchos rasgos con Borja: José Verdú Toché. El murciano venía de dos temporadas en el Deportivo en el que no había anotado los goles que se esperaban y en Oviedo consiguió 17 tantos en dos temporadas consecutivas. Luego, una lesión provocó que el delantero no volviese a su mejor versión.
Ortuño, otro compañero de gremio, anotó 15 goles tras dos años en los que apenas había jugado dos partidos. El caso más reciente fue el de Nahuel Leiva que, tras varios años muy por debajo de su potencial, realizó en la capital del Principado su mejor temporada como profesional, llamando la puerta de varios equipos de Primera. Su grave lesión, lo impidió.
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