CD Tenerife: Licencia para soñar
El Club Deportivo Tenerife despide este año 2021 en tercera posición, a tan solo un punto del ascenso directo tras una primera vuelta excelente en donde el conjunto blanquiazul se ha mostrado como un firme candidato a acabar el curso en esas plazas de privilegio. Durante estas primeras veintiuna primeras jornadas han sabido recomponerse de derrotas duras y lo más importante, han conseguido sacar puntos en tramos en donde el juego no ha sido el mejor.
Ramis, el principal culpable
Si nos tuviéramos que quedar con un nombre en esta primera vuelta sería el de Luis Miguel Ramis, el técnico blanquiazul ha sabido darle al equipo una identidad propia y conseguir que este sea reconocible en todo momento a pesar de las diferentes bajas que ha sufrido a lo largo de estas primeras veinte jornadas, donde se ha visto en la necesidad en muchos momentos de cambiar de esquema, pero nunca de idea, lo que ha provocado que esté en estas posiciones de privilegio actualmente
La identidad que le ha proporcionado el técnico blanquiazul es clara, y apenas basta con ver un par de partidos del Tenerife para apreciarla. En esta primera vuelta hemos visto como el conjunto chicharrero es un equipo que vive mucho mejor sin balón que con él, pero que cuando lo tiene, tampoco emplea un juego excesivamente directo, sino que busca constantemente transiciones rápidas para sorprender a la defensa rival; en ataque más organizado tiende a acumular muchos jugadores por el pasillo central para atraer y posteriormente buscar el lado débil. Mientras que en el apartado defensivo el Tenerife es un equipo que tiende a esperar en campo propio, pero que busca siempre el robo en la medular para salir con rapidez ya sea con los jugadores de banda o empleando un juego más directo, buscando a Enric Gallego para que este active a la segunda línea.
El esquema que más ha utilizado Luis Miguel Ramis en esta primera vuelta ha sido el 4-2-3-1, en donde Sam Shashoua desde esa posición de media punta ha sido determinante, jugando y haciendo jugar a los que le rodean. Su baja en estas últimas jornadas provocó que el técnico blanquiazul modificara su esquema al 4-4-2, eliminando así la posición de enganche y añadiendo a otro delantero que acompañara a Enric Gallego, con esto el Tenerife perdió juego combinativo por el carril central y comenzó a atacar de una manera más directa a como lo hacía anteriormente, basado sobre todo en centros laterales para aprovechar así la mayor presencia en área rival. Con esto Ramis ha demostrado su gran adaptación a los diferentes inconvenientes que ha sufrido a lo largo de estas veinte primeras jornadas, buscando siempre lo mejor para el equipo.
Otro aspecto a destacar de del técnico blanquiazul es la gran capacidad que tiene para adaptarse a los “diferentes partidos” que existen dentro de un mismo encuentro, y es que a lo largo de esta primera vuelta ha sido capaz de saber el cuándo, el dónde y a quien meter para cambiar el rumbo de un partido, ya sea para ir a por él o para amarrar el resultado. Es por ello que a pesar de no variar prácticamente nunca el sistema anteriormente mencionado, está siendo capaz de sacar el máximo provecho de la polivalencia con la que cuenta en la actual plantilla, en donde apenas hay jugadores con una demarcación fija y muchos van variando dependiendo del contexto del partido en el que se encuentren.
Un seguro lejos del Heliodoro
A diferencia de otras temporadas en donde al Club Deportivo Tenerife le costaba un mundo sumar lejos de casa, este curso está siendo diferente, y es que el conjunto blanquiazul está puntuando más que nunca lejos del Rodríguez López, siendo actualmente el segundo mejor visitante de la categoría (18 puntos), tan solo por detrás de la UD Almería (19 puntos), lo que demuestra el gran rendimiento que está obteniendo el equipo fuera de casa, ganando en campos meramente complicados como son La Romareda, Pucela, El Alcoraz o Butarque.
Uno de los principales porqués de este gran rédito que esta sacando el conjunto blanquiazul lejos del Rodríguez López, es sin ninguna duda su estilo de juego, el cual se ve más potenciado a la hora de jugar como visitantes que como locales. Y es que cuando el Tenerife juega en casa no puede sacar el máximo provecho a su idea ya que los rivales tienden a esperar más atrás y ceden la iniciativa al conjunto local, por lo que el conjunto chicharrero se ve con la necesidad de llevar la voz cantante, siendo los principales dominadores de la posesión, viéndose así los problemas que tienen en algunos momentos para atacar en posicional. Mientras que cuando lo hacen como visitantes estos se sienten más cómodos dado que el conjunto de Ramis se siente mucho mejor sin balón que con él, eliminándose así la necesidad de dominar el partido y siendo un equipo mucho más pasivo que espera la oportunidad para poder crear peligro en la portería rival.
El futuro
Tras acabar la primera vuelta en tercera posición a apenas un punto del ascenso directo, el conjunto blanquiazul encara esta segunda parte del año con la ilusión de poder mantenerse en esos puestos de privilegio. En los últimos años las segundas vueltas del Club Deportivo Tenerife siempre han sido mejores que las primeras, pero este año será complicado dado que el equipo chicharrero ha rozado la excelencia en estas primeras veinte jornadas de competición.
El primer partido del año será el derbi frente a la UD Las Palmas, encuentro que no entiende de dinámicas y que puede marcar el devenir de las siguientes jornadas. Es cierto que Enero es el mes en donde mejor hay rendido el Tenerife en estos últimos años, cosechando muy pocas derrotas y sacando la mayor parte de los partidos adelante. Por lo que este primer encuentro de la segunda vuelta es muy importante para comenzar el año de la mejor manera posible y con las ilusiones intactas.
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