CD Lugo, a flote en un mar de lesiones
El Lugo no encontró un rumbo claro en esta primera vuelta. Los gallegos se embarcaron en la 21/22 con problemas y dificultades. No alcanzaron una regularidad deseada en los resultados pese a mantenerse al margen de los puestos de descenso. Para colmo, las lesiones mermaron sobremanera a un plantel sin grandes individualidades. Con todo, Rubén Albés ha construido un equipo competitivo, que ha dejado grandes sensaciones en numerosos partidos y que ha mostrado merecer más de lo que tienen en más de una ocasión. Aún sin tener un camino claro, el navío sigue avanzando.
La llegada de Rubén Albés al CD Lugo ha supuesto numerosas cosas positivas, pero los resultados reflejan una realidad clara: por el momento, el Anxo Carro sigue abocado a las posiciones de temporadas anteriores. El conjunto albivermello sigue con un ojo pendiente al farolillo rojo, cuidadoso y cauto con sus expectativas para la campaña que emprenden. Si bien las sensaciones son mejores -en gran medida- a lo que refleja la clasificación la puntuación obliga a tener los pies en el suelo de cara a esta segunda vuelta. Queda trabajo por hacer. Hablemos del que ya se ha hecho.
Remar contra el «parte de guerra»
Uno de los grandes méritos del Lugo de Albés ha sido luchar y mantenerse a salvo contra 22 rivales. El propio Lugo ha sido un rival más a superar. El elevado de bajas y de problemas físicos ha dificultado el trabajo de los albivermellos para lograr sacar resultados favorables. Semana tras semana se aguardaban con ansia y temor los partes médicos del club, que por momentos llegaron a reunir a más de siete nombres de la plantilla.
Aún así, el equipo se rehizo a esas dificultades y logró sacar puntos y victorias con muchos hombres -a priori- suplentes en sus onces. Futbolistas que se suponían de la segunda unidad, como Carrillo o Ricard Sánchez, han roto ese estigma y han logrado que equipo sea visto como un bloque. Una plantilla que se entrega y que lucha en cualquier circunstancia. Con más o menos limitaciones, pero con una actitud innegociable, propia de la filosofía que ha implantado el técnico en su equipo. Una personalidad fiel a la imagen de lo que quiere Albés.
Un Lugo con firma
Si en el párrafo anterior hablaba de lo identitario del Lugo como equipo, en este remarcaré la idea de que Albés ha instaurado un estilo propio. Con nombre y apellidos. No son pocos los partidos en los que hemos visto cómo el Lugo, con una idea -que puede gustar más o menos- clara y definida, ha merecido obtener resultados frente a su rival. Adaptándose al contrincante y al contexto de partido, aplicando matices coherentes y facilitando con su trabajo e ideas al equipo el poder obtener réditos. Una tarea que se sobreentiende en la labor de un DT, pero que no es sencillo realizar.
Aunque el Lugo tiene una asignatura pendiente con el cierre de los partidos, se debe reconocer que suele comenzarlos con ventaja por su buen estudio del rival, por sus planes de partido y por lo competitivo del grupo. Es uno de los equipos que más encuentros ha comenzado ganando en la categoría y uno de los que menos partidos ha perdido en toda la categoría -tan sólo cinco, cifra ínfima frente a la de sus rivales directos en este momento-. Pasa por mejorar el empate y las segundas partes el éxito de los lucenses en la segunda vuelta.
Endurecer el muro
Otro de los hándicaps del Lugo en este 2021 ha sido la defensa. Su zaga, una de la más jóvenes de la categoría, junto a los problemas que acumula en la portería, no ha sido sustento suficiente en más de una ocasión al buen trabajo colectivo en términos ofensivos. Los albivermellos penalizan desde un bloque defensivo alto bien organizado que fuerza errores, roba y tiene espacios para correr. Sin embargo, cuando son obligados a retroceder, sufren en demasía. No se ha percibido la solidez en el bloque bajo que sí vimos con otros técnicos y jugadores.
La portería es el cambio más notable. La sombra de Ander Cantero es grande por el momento en el arco del Anxo Carro. Whalley comenzó el año con dudas y una lesión en la mano frenó su confianza y su forma. Fran Vieites, un joven meta con personalidad, ha mostrado buenas cualidades a la par que dejó errores remarcares y señalables que costaron resultados. A eso se le agrega la nómina de defensas, que pese a seguir un constante crecimiento y ser más regular, aún acusa por momentos la falta de un central de jerarquía. Aunque Xavi Torres ejerce como tal -en esa línea de 5-, en Lugo siguen aguardando por un central al uso que pueda dar un plus en el 1vs1. Ni Alende ni Ros son eso -ni creo que lo deban ser-, ni Álex Pérez, que aún está pendiente de verse con rodaje tras una larga lesión.
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