Caballero Mel
El 4 de marzo de 2019, la Unión Deportiva Las Palmas tomaba la decisión de que Pepe Mel cogiera las riendas del equipo. Llegaba a Gran Canaria con un equipo que veía cómo el sueño de regresar a Primera División, tras descender la pasada campaña, se alejaba. Una dinámica irregular que ni el regreso de Paco Herrera pudo salvar.
Hoy le tocó a Pepe Mel. El madrileño, tras tres años intentando lograr la épica del ascenso, se va con las manos vacías del Gran Canaria, en cuanto a resultados. García Pimienta aterriza en la isla con el objetivo de ascender; la dirección deportiva de la UD es muy clara. La presión que no tuvo Pepe Mel en el momento de su llegada, la tiene ahora García Pimienta. Las Palmas no quiere que los puestos de Play-off se alejen. Aún se está a tiempo, y el momento del cambio no era otro, sino éste.
Apuesta decidida por el ascenso
El cambio en el banquillo de Las Palmas es un claro mensaje de la Unión Deportiva: el equipo quiere aspirar a todo. Y un equipo que quiere aspirar a todo no puede permitirse ganar solo tres de los últimos doce partidos. Porque no, la situación de Las Palmas no era una situación dramática. Los amarillos se encuentran a cuatro puntos de los Play-off. Pero si contáramos las últimas 10 jornadas, Las Palmas estaría en cuarta posición por la cola.
La dinámica que venía cosechando Las Palmas era mala. La victoria ante el Club Deportivo Tenerife supuso ganar puntos de moral para afrontar los siguientes partidos. El equipo, sin embargo, empató ante un Almería venido a menos y cayó frente a un Fuenlabrada en puestos de descenso. Y eso fue la gota que colmó el vaso.
El día después de la derrota en Madrid, Pepe Mel dejó de ser entrenador de Las Palmas. Es complicado estar tres temporadas en un mismo equipo en el fútbol de hoy día. De los 42 entrenadores de los equipos de fútbol profesional, Pepe Mel era hasta este momento el cuarto con más temporadas en el mismo equipo, solo superado por Simeone, Bolo e Imanol.
Si había que dar un volantazo, el momento era ahora. Ya había voces, murmullos en los rincones de Siete Palmas, que cuestionaban la figura de Mel al frente del equipo. Decisiones que muchos catalogaban de incoherentes, los resultados no llegaban, y la sensación de que, después de tres años, no se avanzó nada.
El combo perfecto llega con la perpetua plaga de lesiones que azota a Las Palmas, y una contundencia en defensa que deja muchísimo que desear y que puso a la entidad insular, en este momento, como octavo equipo que más goles recibe. La temporada pasada fue el quinto que más goles recibió, y el cuarto en los 14 partidos tras la llegada de Mel al equipo. Además, la sensación de que existe un desequilibrio enorme entre la defensa y el ataque, con nombres relucientes en la vanguardia, y un rendimiento en defensa decepcionante.
La cantera, pilar fundamental
La cantera siempre fue algo muy importante en la historia de la Unión Deportiva. Y, a decir verdad, no hubo nadie en la última década que apostara tan decididamente por chicos de los filiales. Hasta 22 jugadores, prácticamente una plantilla entera, debutaron con Pepe Mel en el banquillo. Pedri González, Alberto Moleiro y Josep Martínez fueron los que más destacaron de todos los que salieron.
Jugadores como Álvaro Valles, Clau Mendes o Álex Suárez también tuvieron su protagonismo, así como jugadores como Cristian Cedrés o Edu Espiau. Sergi Cardona y Ale García fueron las últimas bazas de Mel, y ambos se encuentran en una posición privilegiada con García Pimienta, quien trabajó en la cantera del Fútbol Club Barcelona y ésta será su primera experiencia profesional. Al final, uno tiene que ser valiente, y tener la cara tan dura como para confiar en unos chavales para que se echen el peso de un equipo encima.
Caballero Mel
Es complicado marcharte bien de un lugar sin que los resultados se hayan visto. Pepe Mel se marcha de Las Palmas sin conseguir el ansiado ascenso, se marcha tras temporadas donde las cosas no han salido muy bien considerando los equipos que tuvo y las exigentes aspiraciones a las que se vio sometido.
Lo cierto es que, más allá de marcharse sin terminar el trabajo, el técnico madrileño deja una importante impronta en la isla de Gran Canaria. Así, cosechó lo que sembró: cariño, solemnidad y respeto. Pocas veces se ven imágenes en Gran Canaria que transmitan tanto como la despedida de Pepe Mel ante todos sus futbolistas. Pepe Mel caló hondo en la afición y viceversa.
Al final, detrás de la pelota, del césped, de los once contra once, de los 90 minutos, de los titulares y suplentes, de los cánticos y de los medios de comunicación, de todo lo que está dentro y lo que rodea al fútbol, están las personas. Y Pepe Mel ha demostrado que ‘caballero’ es un título que va ligado a él.
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