Álex Baena, el látigo de Montilivi

El Girona nos tiene acostumbrados a los PlayOff y al competir puestos altos. Sus recientes campañas en Segunda muestran la capacidad del equipo catalán para llegar a situaciones prometedoras de cara a un ascenso. Este año a través del mercado de fichajes tuvieron que reinventarse en ciertas posiciones para replicar el éxito del pasado. La más interesante seguramente sea la de un chico de apenas 20 años que venía cedido desde el Villarreal con las ganas de comerse la categoría. Desde novimebre, Álex Baena ha azotado como un látigo en las defensas de toda segunda y se ha convertido en uno de los atacantes de mejor momento en LaLiga SmartBank.
Álex Baena ha caído con la fuerza y el poder de un meteorito sobre la Segunda División. Tardó unos meses en llegar su mejor versión, pero una vez lo ha hecho se ha proclamado en un insustituible para Míchel. Es juventud y es talento. Es las ganas de triunfar y de crecer de la mano del Girona. Es, sin lugar a dudas, uno de los sub23 más atractivos y valiosos de esta Segunda División.
El Girona alcanzó su mejor momento de la temporada de la mano de su rendimiento y de los goles de Stuani. Dos hombres, junto a Samu Sáiz, que han dado con la tecla para dominar y dañar a cualquier defensa que se interponga en su camino. El verdadero potencial ofensivo del equipo se ha visto gracias a su entendimiento colectivo y a su explosión individual. Herramientas de sobra, si son bien empleadas, para luchar por un regreso a lo más alto.
Un flagelo elástico
Baena sigue un prototipo de hombre de tres cuartos de campo que cada vemos más en el fútbol español. Aunque en Girona parte de una posición parecida a la de un volante abierto en derecha su recorrido e influencia abarca prácticamente cualquier posición del ataque. Se mueve entre líneas buscando recibir e influir en el juego a través de sus contactos. Es elástico, se adapta mucho a la posición de la pelota para estar activo y atacar con voz propia.
Su perfil no difiere del de futbolistas con similitud en sus recorridos. Baena es un medio ofensivo diestro de envergadura media-baja (1,74m) dotado de una potentísima arrancada en carrera y en la conducción con la pelota. Cualificado por su manejo de pelota y por esa agilidad y verticalidad al atacar con balón para ofrecer peligro también actuando como extremo en las dos bandas. No obstante, para Míchel es mucho más aprovechable por dentro, juntándose con el resto de hombres del ataque. Baena y el resto de compañeros se retroalimentan en zona de finalización.
Azotes de grandeza
Álex Baena está siendo un argumento de peso para el Girona por su comportamiento en la zona de finalización. Más allá de poder mejorar o propiciar avances en la zona de creación, es cerca del área donde más jugo se está sacando a su fútbol y a sus características. Su potencia en los primeros metros del desmarque, sin ir más lejos, es un recurso que lo lleva de forma habitual a situaciones ventajosas a la espalda de la defensa o a contextos favorables en un contraataque o una presión en campo rival.
La principal razón de su éxito cerca del área es su contacto con la pelota. Tanto para ofrecer pases peligrosos u asistencias como para buscar el disparo desde la lejanía. El volante de Roquetas de Mar tiene una confianza enorme en su pie y es consciente de la precisión y la potencia que le puede imprimir a la pelota cuando le ceden espacios. Varios de sus goles en Segunda División vienen de acciones de este tipo, en las que Baena encuentra espacios a través de la conducción y la velocidad y acaba por aprovecharlos a través de un golpeo.
Otro fruto caído del árbol groguet
La cantera del Villarreal tiene un notable reconocimiento por su trabajo al sondear canteras de menor infraestructura y de encontrar talento por todo lo ancho y alto de España. El caso de Baena, salido del Roda, parece ser otro más entre tantos del equipo castellonense. Un futbolista cuyo potencial apunta claramente al fútbol profesional y que a sus 20 años parece tener muchas posibilidades para jugar en Primera División. Su rendimiento hasta la fecha habla de él como un prospecto llamado a todo lo comentado.
Mientras su cesión sea efectiva el Girona seguirá disfrutando y coreando a uno de sus puntales. A un atacante que reúne juventud y talento, además de personalidad. Un jugador que gusta a propios y extraños, en el que se puede confiar de cara a obtener resultados prometedores a lo largo de esta segunda vuelta de la temporada. Será tarea de Míchel darle minutos y un hueco de provecho como hasta ahora para que pueda seguir su evolución y su explosión como profesional. Montilivi tendrá un látigo que daña y golpea a larga distancia.
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