Mirandés, motivos para creer

Todos los caminos conducen a Roma. O quizá no. Porque por el trayecto pueden aparecer escollos, salvables o insalvables. En La Liga SmartBank conviven clubes que abogan por una apuesta de jugadores consagrados; otros que lo hacen por la juventud; y algunos que tratan de encajar una mezcla de ambos. En la opción arriesgada (o no) es en la que se alinea el CD Mirandés en las últimas temporadas. Una apuesta decidida por la juventud aliñada de talento en la que sitúa un club que confía en ella quizá por necesidad, aunque a buen seguro que también por convicción. Y esa ruta conlleva riesgos asociados que se vinculan a la inexperiencia y que pueden poner en peligro el proyecto. Sin embargo, gran parte de la crítica coincide en ensalzar esa apuesta de un club y un director técnico que han conseguido que Miranda de Ebro esté situado en el mapa como un lugar ideal para que futbolistas de gran proyección terminen de impulsar sus carreras.
De igual forma que Chema Aragón pone sus ojos en jóvenes futbolistas con talento a raudales, también busca ese perfil cuando se trata de escoger al técnico que dirija ese vestuario que conjuga inexperiencia con ilusión a raudales. Pudimos comprobar cómo la fórmula funcionaba de la mano de Andoni Iraola primero y José Alberto López después. El inquilino del banquillo, además, cuenta con la ventaja de que en el club suele estar instaurada la paciencia y la confianza en el proyecto por el que se apuesta, entrenador incluido. También ha sido así en el caso de Lolo Escobar, aunque en esta ocasión no ha podido llevar el barco a puerto. Una mala racha de resultados unida a sensaciones futbolísticas preocupantes, con la pérdida de confianza por parte de la afición como probable detonante, terminaron con la destitución del técnico de Don Benito. Ya se ha estrenado su sustituto, Joseba Etxeberría. Y ya tenemos una primera impresión de lo que buscará el de Elgóibar en este nuevo Mirandés.
Presión alta y líneas juntas, principal característica defensiva
El debut del nuevo entrenador se produjo en una plaza de máxima categoría, el Juegos del Mediterráneo. El Almería probablemente no era el mejor rival para poder testar la evolución semanal de los chicos de Joseba y aún así el envite dejó ciertas sensaciones positivas para el conjunto de Miranda de Ebro. A pesar de un inicio errático, en el que los locales pudieron adelantarse con dos ocasiones, el equipo fue capaz de reponerse y bloquear la fase ofensiva de un Almería con demasiados argumentos ofensivos para castigar a un equipo hasta la fecha inestable.

Foto: La Liga
Con una presión alta, líneas juntas y agresividad en la marca el Mirandés desactivó el juego de la UD Almería y, a priori, esta es una gran noticia para el conjunto de Etxeberría. Además, no se conformó con esa disposición defensiva como carta de presentación del nuevo técnico, sino que también disputó la posesión al rival, logrando hacerse con ella por momentos y la utilizó tanto para defender con ella como para generar cierto peligro en ataque estático.
Campo abierto y amenaza por los extremos
Otra de las claras intenciones que se pusieron de manifiesto en el primer encuentro de Joseba al mando del Mirandés fue la de abrir el campo en fase ofensiva y amenazar desde los extremos. Ahí, tanto Riquelme como Brugué trataron de tener protagonismo, incidiendo a los laterales rivales y facilitando espacios en la zona central para que los pudieran aprovechar los centrocampistas. Ahí terminó destacando un jugador de clase como Iñigo Vicente, constituyendo una de las grandes amenazas para el rival. Igualmente, el técnico busca la alternancia en el concepto de la incorporación de los laterales, largos, siempre y cuando el extremo ocupe posiciones interiores para facilitar esa llegada por sorpresa del compañero desde atrás. Ahí, Carreira e Imanol trataron de brillar, aunque sin acierto.
En definitiva, conceptos claros y definidos que en la primera semana el nuevo entrenador ha tratado de inculcar en sus jugadores para llevar a la práctica y asimilar cuanto antes. Lógicamente, la escasez de tiempo terminó por mostrar fisuras tanto en fase defensiva como ofensiva. Y esto, ante un rival como el Almería, con la calidad de sus jugadores, termina pesando. Pese a ello, los primeros 60 minutos del equipo rojillo fueron más que esperanzadores y tranquilizadores respecto a las posibilidades del equipo de alcanzar el objetivo. El calendario que se avecina es duro porque, para empezar, recibe al Tenerife -en plena lucha por el ascenso directo- en Anduva la próxima jornada. Sin embargo, si el equipo suma estabilidad y equilibrio en su plan, unidos a esa juventud, ilusión y talento citados de inicio… Habrá razones para creer, para confiar. This is Anduva.
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