Almería, Unión y Deportiva

El Almería alcanza la jornada 30 del campeonato con 58 puntos, en posición de ascenso directo. Hace dos temporadas, con esa puntuación, los almerienses habrían sido líderes con 11 puntos de ventaja sobre el tercer clasificado. Entonces subieron Cádiz y Huesca y el Almería estuvo en la pomada, aunque terminó cayéndose tras múltiples cambios de técnico y de rumbo. La temporada pasada, sin embargo, con 58 puntos también estaría en posición de ascenso directo, pero no tendría ventaja alguna sobre la tercera plaza. Pocas jornadas después se prescindió de José Gomes para traer a Rubi. Dos muestras de lo barato o caro que puede parecer un ascenso directo. El conjunto indálico estuvo en la lucha de ambos ascensos directos y acabó cayéndose por el camino. Ansiedad, exigencia, nerviosismo, desunión y derrumbe deportivo. Puntos comunes de decepciones tras tramos exquisitos de fútbol.
Fútbol es fútbol, que dijo Vujadin Boskov. Y en él se está expuesto a la derrota, de igual forma que se lucha por la victoria. A veces, se comete la imprudencia de creer que todo es sencillo, que nuestro equipo siempre debe ganar porque, se cree, es mejor que el resto. Si fuese tan sencillo, no sería fútbol. Ni lograría conquistar al aficionado en la forma que lo hace.
Almería, Unión necesaria
Altos y bajos. Rachas espectaculares y otras realmente decepcionantes. El Almería vuelve a llegar al tramo decisivo metido de lleno en la pelea. Las dos anteriores tentativas terminaron siendo fallidas y en ambas existieron denominadores comunes para tal triste final, tal y como se relata en anteriores líneas. Ahora bien, el nombre del club podría guardar la llave para que la tercera intentona sea la vencida.
De un lado, la Unión. Fundamental para obtener cualquier éxito en un deporte de equipo. Un ascenso requiere que tanto desde dentro como desde fuera se reme en la misma dirección, siendo totalmente conscientes de que el objetivo es compartido por todos y el deseo por alcanzarlo común, idéntico. Dirección del club, dirección deportiva, dirección técnica, vestuario, jugadores, afición e incluso medios de prensa locales. Club y entorno, de la mano, conscientes de que la historia se escribe, siempre, sin disidencias. Por el camino habrá escollos, obstáculos, golpes duros. Fallará un jugador, lo hará otro, en ocasiones el entrenador y en otras, sin más, el conjunto. El camino hacia la gloria jamás estará en el reproche, sino en el apoyo y la convicción. En la creencia en el proceso, «Trust the Process».
Almería, Deportiva. Creer en la idea
Y esto nos lleva al otro lado de la denominación del club. Deportiva. Y el proyecto, la construcción de una idea a través de la cual se ha de alcanzar el objetivo. El camino siempre se construye desde esa perspectiva, en la que se sientan las bases para alcanzar la meta y se siguen hasta llegar a ella de manera fiel. La idea deportiva, base y origen de la mayoría de éxitos en clave futbolística. Un concepto que no asegura la victoria, pero que acerca a ella. El Almería ya ha cometido estos años atrás el craso error de bajarse del barco de su proyecto a apenas unos pasos de la meta. Lo hizo para traer a José Gomes y también lo hizo para despedirlo, con apenas un año de margen.
Llegados a este punto, muy poco ayudará cuestionar la figura del técnico tras cada derrota. Apenas sumará para la causa criticar la actuación del guardameta cuando se le escape un balón sencillo o deslizar constantemente la necesidad de sacar del once a este o aquel jugador que no está teniendo el acierto necesario. Ahora que la orilla está cerca, se trata de remar en la misma dirección. En la única a la que todos desean llegar alrededor del club que les representan o al que representan. Con fuerza, con convencimiento, contra viento y contra marea. Como una Unión Deportiva. La Unión Deportiva Almería.
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