Gorka Guruzeta, el rey león de Amorebieta

El Amorebieta ha perseverado hasta el final en esta Liga SmartBank por lograr la permanencia en la categoría. Con un presupuesto humilde, unos medios más limitados que los de otros clubes y una plantilla llena de gente de la tierra y con recorrido en el fútbol euskaldun. A pesar de haberse confirmado su cruel destino, todo deben ser elogios para este equipo que debutaba en la categoría. Uno de sus hombres destacados ha sido Gorka Guruzeta. El punta hizo valer el dicho de “año nuevo, vida nueva”. Tras un 2021 de sequía en 2022 se transformó en la referencia goleadora. En un auténtico pilar para pelear por la salvación. A pesar de todo, su trabajo lo consolida como un punta muy a tener en cuenta en la categoría de plata.
Gorka Guruzeta se encuentra en un momento excepcional en lo individual. El cambio de año supuso para él el anotar gol semana tras semana, coincidiendo además con sus goles muchas de las victorias del Amorebieta. Al canterano del Athletic Club le ha crecido la melena y las zarpas. Se ha convertido en un león temible cerca de las áreas, que logra goles y da una dosis de trabajo útil lejos del resto de futbolistas en la punta de lanza. Volver a Lezama le ha servido para recuperar su atino.
Todo comenzó con un doblete frente al Málaga en La Rosaleda. Desde ese cruce en diciembre de 2021 ha sumado los trece goles que lleva en la competición. Una media goleadora que pocos en la categoría pueden igualar y que confirma su confianza y sus capacidades. A sus 25 años parece que ha llegado el tiempo de madurez a su fútbol y sus piernas, además de su adaptación definitiva a la categoría de plata del fútbol español.
Un león de área
Gorka Guruzeta no engaña con su físico. Reúne muchas de las condiciones de ese “9” posicional de vieja escuela. Buen posicionamiento, buenas capacidades para el remate por alto y sobre todo un enfoque al remate de primeras. A esperar con atención y picardía a que lleguen los centros o los envíos para poder dirigirlos a portería. Para ello se hace valer de un disparo potente. Es un punta que ajusta bien los disparos y que en esta racha positiva está acostumbrándose a encontrar el balón cerca de portería.
Suele compartir delantera junto a Koldo Obieta en esta segunda vuelta. Esa doble amenaza libera a ambos de ciertos marcajes y responsabilidades y les ha permitido estar en una tesitura más aprovechable que la de la primera vuelta. Cargar el área es un beneficio para puntas cómo él, que ante las dudas de los defensores aparece y resuelve. Sin grandes adornos, pero con la regularidad y facilidad que requiere cada partido y situación.
La variedad de registros
Sin embargo, reducir a Guruzeta como un punta clásico es no hablar bien de él como jugador, pues cuenta con otros registros o recursos que no todos los puntas de su envergadura tienen. Es bastante ágil considerando su talla y -lo que más sorprende- coordinado con el balón en los pies. Ofrece apoyos de calidad y de protege la pelota con comodidad a través de giros, recortes o conducciones cortas. Quizá no es tan fuerte o pesado como otros, pero muestra sus enteros al proteger y ganar el balón con la calidad en el manejo.
Estos rasgos son oro para él a la hora de jugar de espaldas, pero también de cara. El trazo con el balón que tiene sirve para que pueda generarse el disparo en espacios reducidos, cambiando el balón de pie a pie o incluso girándose con agilidad sobre sí. Su una ligereza le supone ventajas frente a centrales más físicos o altos que él y no duda en aprovecharla si se le presenta un balón en esa clase de situaciones. Estos detalles aumentan sin duda su potencial como jugador.
Un cachorro que se volvió león
El segundo año de Guruzeta en Segunda División ha sido el de su confirmación y asentamiento en la categoría. Tras un par de cameos con el Bilbao Athletic se fue ganando la titularidad y los goles con el paso de los años en Segunda B. Volvería a jugar en Segunda tras acabar su vínculo con el club rojiblanco al firmar con el Sabadell, pero sería una aventura que no le depararía grandes cifras en lo individual. La elección de jugar con el Amorebieta y de “volver” a Lezama ha sido trascendental para el desarrollo de su éxito y sus virtudes.
Guruzeta volvió al estadio donde creció para recuperar el gol y la confianza. Este año, pese a que el descenso de los urdinak se ha consumado, su rendimiento individual provocará que buenos equipos pregunten por él en verano. Parece claro que el jugador tendrá interés en la propia categoría y no son pocos los aficionados del Athletic Club que valorarían su regreso para sumar al primer equipo. Fuere como fuere, sin Gorka no se entiende ni se entendería que el club euskaldun hubiese competido tan bien por evitar el farolillo rojo. Ese cachorro que había dado en Lezama sus primeros trotes en Segunda se convirtió este año en un auténtico león. En el rey león de Amorebieta.
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