Giuliano Simeone, el nuevo ídolo del zaragocismo

Dos años y media docena de fichajes frustrados en la punta de ataque, con una pandemia de por medio, ha tenido que sufrir el zaragocismo para ver un nuevo delantero ilusionante en su equipo. Solo Iván Azón y Juanjo Narváez -en ocasiones- pudieron salvar los muebles para que el club se mantuviera en 2ª y ganase tiempo. Y ese tiempo, en este inicio de temporada, está dando sus frutos. Giuliano Simeone ya lleva tres dianas en otras tantas titularidades, un solo mes de competición, viniendo de 3ª RFEF y con una presión añadida: la que conlleva su apellido. Pero su adaptación está siendo perfecta, ha metido todos los goles de los de Carcedo en el nuevo curso. En izquierda, en derecha o como referencia, al argentino le da igual, él huele sangre… Y quiere más.
No es común que un club apueste por futbolistas que vienen de jugar en 3ª RFEF. Pero ahí, en la gente de abajo, también hay grandes aciertos porque los jugadores no son tan conocidos, hay menos competencia, los clubes no necesitan desembolsar grandes cantidades, ya sea traspaso o -como en el caso del ‘Cholito’- en forma de cesión, y las plantillas ganan juventud y hambre. Giuliano ya estuvo cerca de llegar a La Romareda en el mercado invernal, pero al final lo hizo en el veraniego, sin hacer ruido y como un recurso añadido para el ataque. Pero si algo han demostrado las primeras jornadas de la temporada es que el hijo menor de Diego Simeone, ahora mismo, es indiscutible.

Simeone, el 9 autosuficiente que necesitaba Carcedo | Real Zaragoza
En los escasos 15 minutos que tuvo en su debut, en Gran Canaria en la primera jornada de liga, el delantero demostró ser un jugador intenso, trabajador, incisivo… Y muy peligroso con espacios por delante. Incluso, tuvo una arrancada, en la que dejó por el camino a Jonathan Viera, que estuvo cerca de ser el gol de la victoria maña. Pero en el segundo día, en su primer partido en La Romareda ante el Levante, no estuvo tan fino, de hecho, desperdició un 4vs1 en el descuento. Y ahí, con el Zaragoza de nuevo sin marcar y la lesión de Azón, todos se temían lo peor.
Pero de todo ello se ha repuesto. A partir de ese día, el que parecía que podía dejarle a un segundo plano, Simeone ha empezado a crecer y a convertirse en indiscutible. Tres titularidades consecutivas: la primera en el Cartagonova, donde fue el mejor de su equipo, pero no encontró el premio del gol. En la segunda, en casa frente al Lugo, volvió a ser de lo más destacado, marcó la primera diana del conjunto aragonés en la 22/23 y conectó como pocos con la grada. Y, ante la Ponferradina, confirmó todo lo anterior y firmó una exhibición para el recuerdo.

Inicio rompedor del punta tras hacer 25 goles en 3ªRFEF el curso pasado | Real Zaragoza
Aunque partió como 9, en El Toralín hizo y deshizo donde quiso. Aprovechó la altura de los laterales rivales para caer a izquierda y derecha continuamente y volver loca a la defensa de José Gomes. Estuvo rápido, sobresaliente en apoyos y rupturas, acertado de cara a puerta y se quedó con una nueva etiqueta, la del jugador más determinante del Real Zaragoza. Podrían ser palabras mayores para un chico tan joven, lo cierto es que no lo son, porque lo de “caer de pie” apunta a quedarse corto.
El atacante cedido por el Atlético, tremendamente generoso en el esfuerzo, ahogó a los bercianos con su presión y recuperación en campo rival y aprovechó los espacios para matar en cada jugada. El ‘20’ empieza a oler sangre, hizo un partido para enmarcar, ilusionar a la parroquia blanquilla y recordar al Luís Javier Suárez zaragocista. Porque sí, Giuliano ya está aquí, ya ha llegado… Y a ver quién se atreve a quitarle el puesto.
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