Real Oviedo, el problema con el gol

18 de julio de 2022. La mayoría de la hinchada carbayona se las daba felices tras el anuncio del fichaje de Sergi Enrich, ojito derecho de Bolo y compañero de lujo de Borja Bastón. Juntos hicieron historia en el Éibar, anotando 30 goles y siendo piezas claves en la salvación del cuadro armero. Ahora, se buscaba repetir aquella gran dupla, pero por el momento se está muy lejos de tan siquiera igualarla. Porque a pesar de tener una de las parejas más temidas de la categoría, los goles no llegan. Y lo que es peor, tampoco las ocasiones. El Oviedo se erige como uno de los peores anotadores de la categoría, con solo 3 goles (dos de penalti) en seis jornadas de Liga. Y la situación comienza a preocupar.
El peor inicio de su historia
El conjunto azul, con Bolo a la cabeza, ha igualado su peor registro anotador en un inicio de temporada en Segunda División. En las temporadas 85/86, 2016/2017 y 2020/2021, el cuadro carbayón también superó la jornada seis con solo tres tantos en su casillero. A estas alturas no deja de ser anecdótico, sobre todo si observamos precisamente estas campañas, en las que el Oviedo acabó luchando por el ascenso en dos de ellas, pero sí es un dato que preocupa sobre todo de cara al futuro.
Pero el problema viene de lejos. Concretamente desde inicios de julio, cuando el equipo comenzó a rodar. Hasta seis partidos jugó el Oviedo, en los que solo consiguió anotar dos goles, ambos ante el Avilés. Habitualmente se suele restar importancia a la pretemporada. Cierto es que ahí no se juegan puntos y que la tensión competitiva es mucho menor, pero sí se pueden ir viendo las primeras pinceladas y en el Oviedo desde muy pronto quedó claro: al equipo le falta gol.
BOLO: “NO ESTAMOS CUMPLIENDO LAS EXPECTATIVAS, PERO HAY QUE SEGUIR TRABAJANDO Y BUSCANDO EL CAMINO”
Bolo no acaba de dar con la tecla y se muestra muy autocrítico con el juego de su equipo. Desde hace semanas insiste en varios automatismos en los entrenamientos para mejorar esa faceta, pero lo cierto es que el equipo está sufriendo una involución. Desde que apuesta por jugar con los dos puntas, el cuadro azul solo ha sumado 2 puntos de 12 posibles, y por su cabeza ya empieza a sobrevolar la idea de volver a jugar con un mediapunta para conectar la parcela ofensiva con el centro del campo.
Pero el problema no solo reside ahí. El Oviedo es el segundo equipo de la Liga Smartbank con más ocasiones claras falladas (10), solo superado por el Levante de Nafti (11). En algunos tramos, por circunstancias del juego, sí que ha conseguido crear mucho peligro. Por ejemplo, frente al Ibiza esta última jornada en los últimos minutos dispuso de varias ocasiones muy claras, pero no las aprovecharon. El equipo balear solo sufrió en los últimos minutos, totalmente replegado para mantener la victoria. Eso es lo que más se le achaca a este Oviedo, que durante gran parte de los encuentros desconecta y se atasca. Va a “arreones” y así es más complicado anotar goles. Y para colmo, desperdicia sus pocas llegadas.
Una delantera de quilates para un centro del campo inexistente
Con Borja Bastón, pichichi con 22 goles la temporada pasada; Sergi Enrich, flamante fichaje y con más de 150 partidos en Primera como aval; y Samu Obeng, un delantero que siempre aporta, el Oviedo no es capaz de encontrar la meta rival con facilidad. Si a eso le sumamos el buen pie de Borja Sánchez o el perfil ofensivo de algunos de sus centrocampistas, parece realmente difícil que el equipo asturiano sufra este problema. Pero el fútbol está lleno de sorpresas.
El Oviedo abusa en muchos momentos del juego directo, confiando en sus dos delanteros, que tienen un gran poderío en el juego aéreo. Pero lo único que hacen es ponerles balones frontales, en los que los defensas rivales tienen mucha ventaja. Los hombres del centro del campo, exceptuando la 1ª mitad frente al Levante, en muchos momentos son meros espectadores, y no logran conectar con los de arriba.
MONTORO: “NOS ESTÁ COSTANDO CONECTAR CON LA GENTE DE ARRIBA”
Van varias semanas haciendo probaturas y la pareja en el medio sigue sin estar clara. La temporada arrancó con Hugo Rama en esa posición pero el experimento no funcionó. Jimmy y Luismi también tuvieron su oportunidad, pero sobre todo el canterano se llevó un par mazazos al ser sustituido al descanso. Koba parece imponerse sobre el resto, siendo tal vez una de las noticias más positivas en el apartado deportivo por ahora.
Tampoco consigue que alguna pieza clave como Bastón esté cómoda. El delantero madrileño acude asiduamente a la banda a recibir y en esas zonas del campo es mucho menos peligroso. Sus compañeros también le envían más balones al espacio de los que le gustaría y en esas batallas suele tener las de perder.
Por su parte, Obeng se ha visto relegado a la suplencia debido a la gran competencia. El ghanés, titular en la mayoría de encuentros de la temporada pasada, aporta más desde el inicio gracias a su gran despliegue físico. En las segundas partes, debido a sus limitaciones técnicas, suele pasar más desapercibido, aunque el otro día ante el Ibiza aportó bastante y tuvo varias ocasiones para abrir su cuenta particular este curso.
Lo bueno del fútbol, es que hay oportunidades de sobra para redimirse. Y en el caso del Oviedo la próxima será este domingo ante un Lugo repleto de bajas y que semana tras semana tiene como destacado a su guardameta: Óscar Whaley. De hecho, los gallegos son el equipo que más remates reciben por partido en lo que va de Liga. Todo parece de cara para que el Oviedo, de una vez por todas, convenza a nivel ofensivo. ¿Será capaz de lograrlo?
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