Teto, una nueva perla en el Tete

Alberto Martín Díaz. La gran esperanza de la isla. Toda afición que se precie desea engancharse a un chico de la casa que ilusione, que deslumbre con su brillo y también con su aroma a cantera. ‘Teto’ es un chico tinerfeño que se desenvuelve como extremo y que ha hecho acto de presencia en el primer equipo del Tenerife en la presente campaña. Podía parecer un fugaz paso junto a los mayores en época veraniega, pero ha terminado instalándose por méritos propios en la dinámica habitual del conjunto chicharrero. Y no sólo eso. Se ha ganado a pulso la titularidad. Y eso, en una plaza como la del Heliodoro, no siempre es sencillo.
175 centímetros de estatura y 21 años recién cumplidos. ‘Teto’ encierra en sí mismo un futbolista poco común. Un extremo de los de toda la vida, de los que gustan abrirse y por ende estirar el campo, generando peligro desde el límite del campo. Aunque a su vez, no uno de aquellos que destaca por su velocidad o zancada. Él es diferente y quizá por ello encandile al Heliodoro, que comienza a ver en él una nueva esperanza de futuro.
Teto, un extremo técnico y táctico
Tres titularidades en los primeros ocho encuentros de la temporada, habiendo participado en todos ellos. Se estrenó como goleador ante el Málaga, en el encuentro que los suyos vencieron por 3-1 ante los andaluces en el Heliodoro. No destaca, al menos de momento, por los números, sino por las sensaciones. Las que emite de tratarse de un futbolista que aporta algo diferente, difícil de medir aunque fácil de detectar.
Lo realmente peculiar de ‘Teto’ es que, tratándose de un extremo aparentemente puro, reúne características que se alejan de tal definición. Es un extremo rápido, constantemente activo, dispuesto a ofrecerse sin temor a sus compañeros para ofrecer soluciones ofensivas pese a su gran juventud y escasa experiencia en el fútbol profesional. Capaz de ejecutar inteligentes movimientos sin balón, se trata de un jugador más rápido de movimientos que de carrera. Y, por ende, un futbolista mucho más técnico de lo que se puede esperar en un extremo al uso, algo que le ayuda a aumentar su polivalencia, pudiendo moverse por todo el frente de ataque en segunda línea.
Talento, carácter y carisma
El hecho de ser un joven de la casa juega a su favor. Y él parece ser consciente de ello. Por ello, una de sus señas de identidad es la intensidad, el derroche físico. Totalmente convencido de sus facultades, no negociar el esfuerzo es la vía perfecta hacia la aceptación de la grada. Esa intensidad, esa chispa, han terminado por hacer que el chico tenga al público metido en el bolsillo.
El aficionado del Tenerife comienza a sentirse privilegiado de poder ver jugar a ‘Teto’ cada quince días en su estadio. De poder disfrutar de su talento, de su carácter pero también de su carisma. Un futbolista que hace sentir a la gente la pureza del fútbol y le hace regresar a ese fútbol de antaño en el que el alma hacía del fútbol un sentimiento. No le pierdan de vista. ‘Teto’ promete amarrarles al asiento.
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