Un Nacional inexpugnable

Elegir o aceptar, esa es la cuestión. Nunca nadie ha podido elegir su lugar de nacimiento o el lugar donde desarrollaría sus primeros años de vida. Aceptamos y damos por hecho que por medio del azar nos ha tocado un sitio y lo asumimos. Hay personas que, cuando llega un determinado momento, eligen el lugar donde quieren desarrollar el resto de su vida, toman acción en busca de un nuevo hogar. Lo que sí está claro es que como en casa no se está en ningún sitio. Comodidad, fortaleza y seguridad son algunas de las sensaciones que nos aporta el encontrarnos en nuestro terreno, a diferencia de cuando estamos en el exterior donde nos encontramos alerta y en una constante tensión ante cualquier situación incontrolable. Hogar dulce hogar.
En el fútbol ocurre lo mismo, tanto a nivel de jugadores como de clubes, y sino que se lo digan al FC Andorra. Estamos cansados de saber año tras año si somos locales o visitantes en Copa del Rey, cansados de escuchar como tal jugador vuelve a la que es su “casa” y cansados de escuchar como determinados estadios son más complicados respecto a otros. ¿Qué es lo que tienen las “casas” para tenerlas tanto en cuenta? No lo sé, pero lo tienen.
A veces, las dimensiones del terreno de juego, el tiempo, la altura del césped o el ambiente en los estadios hacen ganar partidos, y en el Estadi Nacional se está demostrando. El apoyo de la afición o simplemente saber que juegas donde entrenas a diario hace afrontar el partido desde otra perspectiva. Cuestión de confianza.
Novatos pero con firmeza
El Estadi Nacional ha albergado hasta la fecha un total de tres partidos esta temporada acabando todos ellos con victoria local. Tres partidos en los que se enfrentaba a equipos que partían como favoritos y que se esperaba que luchasen por el ascenso a final de temporada. Granada CF, SD Eibar y Levante UD en última instancia han sido los tres equipos que han visitado Andorra y han vuelto a sus destinos con las manos vacías.
Tal vez la solidez defensiva y el planteamiento a realizar han sido claves para convertir al Estadi Nacional de Andorra en un fortín donde, junto a Ipurúa, nadie ha logrado rascar ningún punto tras ocho jornadas disputadas.
El peso de un equipo
Un planteamiento dirigido por Eder Sarabia en el que solo hay una cosa clara, la importancia del equipo en conjunto. Una filosofía que lleva desempeñando el equipo tricolor desde la pasada campaña en la que los cambios tácticos son tan importantes como los cambios en el once inicial. Unos cambios que se llevan dando a cabo desde la pasada temporada y que han provocado que no haya un once inicial fijo, donde las rotaciones son frecuentes. Una forma de improvisación ante el rival y, al mismo tiempo, de mantener a todas las piezas del grupo en sintonía para cuando menos lo esperen mostrar su mejor nivel dentro del campo.
Todo está bien por el Principado, una importante racha de buenos resultados que lo han llevado hasta puestos de Play Off siendo uno de los equipos revelación de la categoría. Y sin olvidarse de que el Estadi Nacional se ha convertido en un fortín donde semana tras semana se ha convertido en una fiesta para el aficionado tricolor. Próximo en intentarlos: Burgos CF.
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