¿Dónde quedó el laurel?

Colista. Una palabra que duele escuchar. Las verdades, duelen. La clasificación no miente y refleja la realidad del Leganés: 4 puntos de 24 posibles y una sola victoria. Ejemplo de que las cosas no se están haciendo bien. Ni en la presidencia ni en el banquillo ni en el campo ¿Merecen más puntos? Sí, pero no hay excusas. No hay excusas para un mercado veraniego insuficiente. No hay excusas para las acciones tomadas desde la nueva presidencia que prometía en su llegada respetar los valores del club. No hay excusas para que te den la vuelta al partido en apenas un minuto. No hay excusas para que los ‘líderes’ del vestuario no den la cara ante la afición.
No hay excusas. Es momento de decirse las verdades a la cara, asumir de una vez que la situación del equipo no es la de hace dos temporadas y cambiar el rumbo. Apretar los dientes y seguir hacia adelante con la mentalidad puesta en sumar. Basta de la lluvia de tiros entre las declaraciones del entrenador, jugadores y afición. La queja es lícita. A nadie le gusta probar el barro cada fin de semana. Y menos aún que se tire por tierra lo cosechado anteriormente. El legado. ¿Dónde quedó el laurel?
No aprender la lección
La derrota del Leganés la pasada jornada en Butarque contra el Albacete (1-2) ha terminado por zambullir al club en un momento de verdadera crisis. Una crisis anunciada por muchos y difícil de asumir para otros. Las palabras de Idiakez al término del partido reflejan la situación actual: incertidumbre.
«Hemos tocado fondo», sostenía.
Y no se puede dudar. LaLiga SmartBank, como la vida, no regala el tiempo. Ya se ha llevado por delante a muchos ilustres del fútbol español que no asumieron la categoría. Mientras, los pepineros ya han perdido un 20% de la competición en quitar los sinsabores de la pasada campaña. Parece que no se ha aprendido la lección. Otra vez.
A pesar de que el lobo del descenso ya asomó las orejas al sur de Madrid, los errores se siguen repitiendo. Inclusive con un cambio de propiedad que presumía mejorar la situación. Todo lo contrario. De nuevo, un comienzo que no respalda el ya criticado mercado de fichajes y que deja al Leganés en la lona en sólo ocho jornadas. Obviamente, la situación es totalmente reversible. Todavía hay cuenta. Pero los cambios deben ser inmediatos. De lo contrario, el descenso podría convertirse en un estacionamiento más que en un tránsito. El equipo puede dar la cara. Otra cosa es que la mente no acompañe a las piernas. No hay fe. No hay ambición por crecer. No la de antaño. Desgraciadamente real.
Cuidar el laurel
Sin ningún ánimo de ser tremendista, pero los actos definen la situación de caos. No son lecciones, sino hechos. Los aficionados pepineros, siempre fieles, llegaron a tener un atisbo de ilusión a principio de temporada por las promesas que se infundieron desde la llegada de Blue Crow Sports Group con Jeff Luhnow a la cabeza. Pero se han vuelto a dar con un muro llamado realidad. Con ello, llega la crispación, las críticas, el malestar. Lejos quedan aquellas salidas de Butarque en las que el Leganés podría haber perdido, pero su gente salía orgullosa. Actualmente no. ‘La senda de los elefantes’ se ha convertido en un aluvión de críticas y señalización de culpables.
Y eso es lo mas preocupante de todo, que los pepineros no estén orgullosos de su equipo. En Leganés no gusta que un tiktoker ridiculice un sentimiento. En Leganés no gusta que su campo sea utilizado para que la prensa rosa exhiba sus trapos. En Leganés no gusta ver cómo la tecnologización se lleva por delante la esencia del club, encima, sin mejoras en el aspecto puramente deportivo. En Leganés no gustan los experimentos; gusta la humanidad. Son razones que explican por qué los aficionados y el equipo no están unidos: porque no van en la misma dirección. Y eso es un problema mayor que ir colista. Tiene razón Idiakez,
«Todos tenemos que plantearnos muchas cosas»
Entre ellas, cuidar el laurel. Un laurel que posiblemente sólo podían reflejar unos despedidos Jara Cuenca y Juan Domínguez, que ni un triste adiós tuvieron. Así se está valorando el legado…
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