El Leganés atraviesa su mejor momento de la temporada, acumulando 16 puntos de 21 posibles. Consiguiendo además que Butarque sea un fortín, ya que suma cuatro partidos consecutivos sin perder. Inclusive, fuera de casa también se mejoran los registros: en las últimas tres salidas se han conseguidos dos victorias y una sola derrota. Idiakez y la plantilla están respondiendo a las circunstancias. Los pepineros han vuelto a ilusionarse con su equipo. Todo parece idílico, pero conviene tener los pies en el suelo.

Una montaña rusa de emociones

Cuando uno ha sufrido una mala racha tiende a buscar lo mejor de cada situación. Pero eso puede convertirse en un problema, ya que te hace desconectar de la realidad. Algo que probablemente le está pasando al entorno pepinero. Hace escasamente un mes, el Leganés era colista tras perder por 1-2 ante el Albacete y la situación era caótica. Para la afición, Idiakez había perdido toda su credibilidad y la plantilla no era digna de portar el laurel.

Y en parte estaban en todo su derecho de opinar así. Lo primero, porque son el alma del Leganés. En las buenas y en las malas, siempre están para apoyar a su equipo. Y lo segundo, porque los resultados definían la situación, con una sola victoria en las ocho primeras jornadas. Pero como bien dijo Manolo Preciado: «Ni ahora somos el Bayer Leverkusen ni antes éramos la última mierda que cagó Pilatos».

📊Desde que el @CDLeganes comenzó su remontada en la jornada 9, ningún equipo ha sacado más puntos que los de Idiakez.

◽️En esta clasificación virtual, el Lega sería líder con 16 puntos, 10 goles a favor y 5 en contra. https://t.co/RM6QhDHP5k

— Javier Martín (@kikomartin) November 8, 2022

Es normal que la parroquia pepinera se ilusione con los suyos después de recibir hostias de todos los colores en los últimos años. Pero esos sentimientos a flor de piel también pueden jugar una mala pasada. La dinámica del Leganés es excepcional, habiendo ganado además en confianza y seguridad. Pero de ahí a soñar con el play-off hay un paso. Un paso que Idiakez y la plantilla deben saber dar en las próximas jornadas si de verdad quieren competir con los mejores.

Cuestión de medir los objetivos

Siguiendo con el parafraseo, las palabras del entrenador del Leganés tras el último partido liguero ante la SD Ponferradina definían la mentalidad actual del equipo: «Cuando estás abajo hay que saber salir y cuando estás arriba hay que ser humilde». Básicamente, cimentarse en algo tan sencillo y a la vez tan complicado como seguir trabajando y seguir creyendo en la idea. Seguir en la misma línea.

El parón de la competición llega en un momento idóneo para el Leganés, ya que los jugadores estaban contando con una gran carga de minutos debido al ritmo de la competición y a los onces casi calcados de Idiakez cada jornada. Aunque eso también ha servido para perfilar los llamados automatismos. Que los jugadores se conozcan y se coordinen dentro del campo. El partido de Copa contra la SD Gernika Club servirá para rotar jugadores y descansar piernas.

Posteriormente, los pepineros tendrán que medir su inercia y parte de los objetivos de la temporada antes dos rivales difíciles. Primero ante el Sporting en El Molinón-Enrique Castro Quini y después contra el Granada en Butarque. Si bien ambos conjuntos no pasan por su mejor momento, son dos grandes huesos que deberá romper el Leganés para demostrar de aquí en adelante cuál debe ser su puesto. Aunque en LaLiga SmartBank todo puede pasar. Tanto para bien como para mal. A seguir trabajando con los pies en el suelo, pues.